Siglo, XVIII, campiña inglesa, una chica (virgen, por supuesto) hace un pacto de sangre con su novio, de mantenerse unidos para siempre, con tan mala suerte que unas gotas de su sangre caen sobre la tumba de un satanista, reviviéndolo. El satanista es interpretado por Mike Raven (Austin Churton), popular locutor, escritor, actor y ocultista británico, que a inicios de los 70s tuvo una breve, pero reseñable carrera en el cine de terror, aprovechando su cara y barba puntiagudas que le daban cierto aspecto mefistofélico.
Estamos ante una serie B de satanismo gótico rural de época, de muy bajo presupuesto y muchas escenas de charlas, pero que tiene cierto encanto gracias al personaje de Raven y a las extrañas escenas de las ceremonias satánicas, con Raven rodeado de chicas, sus novias no muertas, que parecen vampiresas o zombis. Hay también un raro sacerdote judío y un enano mágico.
Atención a la inquietante escena de dos jinetes junto a una horca y la escena de Raven arrancando y exprimiendo la sangre del corazón de una joven víctima, durante una ceremonia de sacrificio a mayor gloria de Satán.
Miguel Arkangel
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Siglo, XVIII, campiña inglesa, una chica (virgen, por supuesto) hace un pacto de sangre con su novio, de mantenerse unidos para siempre, con tan mala suerte que unas gotas de su sangre caen sobre la tumba de un satanista, reviviéndolo. El satanista es interpretado por Mike Raven (Austin Churton), popular locutor, escritor, actor y ocultista británico, que a inicios de los 70s tuvo una breve, pero reseñable carrera en el cine de terror, aprovechando su cara y barba puntiagudas que le daban cierto aspecto mefistofélico.
Estamos ante una serie B de satanismo gótico rural de época, de muy bajo presupuesto y muchas escenas de charlas, pero que tiene cierto encanto gracias al personaje de Raven y a las extrañas escenas de las ceremonias satánicas, con Raven rodeado de chicas, sus novias no muertas, que parecen vampiresas o zombis. Hay también un raro sacerdote judío y un enano mágico.
Atención a la inquietante escena de dos jinetes junto a una horca y la escena de Raven arrancando y exprimiendo la sangre del corazón de una joven víctima, durante una ceremonia de sacrificio a mayor gloria de Satán.
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