Nada menos que una comedia screwball con tintes sobrenaturales y con dos cómicos de primera: Cary Grant y Roland Young (su papel en esta peli le valió una nominación al Óscar), además un productor de primera línea en lo que a comedia respecta, Hal Roach, y otro especialista en el género, Norman McLeod, tras la cámara.
El dinamismo de los diálogos, el carácter filtreante de Constance Bennett, el humor negro mostrado en la escana de la muerte de los Kerby (no se dan cuenta de que tienen sus propios cadáveres hechos picadillo delante de las narices tras el accidente. Constance incluso se mira un rasguño) dan para una entretenida comedia propia de la época, con un argumento fantástico parecido al de la muy posterior película de Grant ¨Me siento rejuvencer¨: hombre maduro (Roland Young) se lo quiere pasar pipa y halla sin quererlo un método sobrenatural que realiza sus anhelos.
Los pasables FX de invisibilidad, unidos a la capacidad gestual de Roland Young, redondean los gags dándoles el toque surrealista necesario: los enredos sobrenaturales están servidos.
Me pregunto si Tim Burton se inspiró entre otras en esta película para su hilarante y genial Bitelchús.
bigladiesman
7
Nada menos que una comedia screwball con tintes sobrenaturales y con dos cómicos de primera: Cary Grant y Roland Young (su papel en esta peli le valió una nominación al Óscar), además un productor de primera línea en lo que a comedia respecta, Hal Roach, y otro especialista en el género, Norman McLeod, tras la cámara.
El dinamismo de los diálogos, el carácter filtreante de Constance Bennett, el humor negro mostrado en la escana de la muerte de los Kerby (no se dan cuenta de que tienen sus propios cadáveres hechos picadillo delante de las narices tras el accidente. Constance incluso se mira un rasguño) dan para una entretenida comedia propia de la época, con un argumento fantástico parecido al de la muy posterior película de Grant ¨Me siento rejuvencer¨: hombre maduro (Roland Young) se lo quiere pasar pipa y halla sin quererlo un método sobrenatural que realiza sus anhelos.
Los pasables FX de invisibilidad, unidos a la capacidad gestual de Roland Young, redondean los gags dándoles el toque surrealista necesario: los enredos sobrenaturales están servidos.
Me pregunto si Tim Burton se inspiró entre otras en esta película para su hilarante y genial Bitelchús.
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