Thriller ci-fi sobre un explosivo que lo está petando, jiu, jiu, doy pena.
La protagonista indiscutible de la función es Karel Högel, un actor de tipo Peter Lorre. Le secundan como villanos (y muy bien que lo hacen)
Florence Marly actriz checoslovaca que volvía a casa tras obtener grandes éxitos en Francia y en Hollywood (donde después realizó el resto de
su carrera. Esta sería su última peli en Europa), y Eduard Linkers, otro actor que hizo carrera en el cine europeo (sobretodo en Alemania y
en el Reino Unido). Junto a unos poco conocidos (al menos aquí) pero buenos secundarios vuelven a demostrar que - adoptando el lenguaje
comiquero - en ese momento, la posguerra, en Europa el cine fantástico vivió una breve ¨silver age¨ (la ¨golden age¨ sería la que iría de
Meliès y De Chomón al Expresionismo alemán), con producciones ambiciosas y de calidad frente a la irregularidad de Universal y los subproductos
de la Poverty Row en EE.UU.
Es una película de ambiente angustioso: se ve a través de flashbacks del enfermo y casi moribundo Jiri Prokop (Höger), y la teatral interpretación
del actor realza esta sensación de agobio y pesadilla permanente, junto a la ominosa música (con ¨ominosa¨ quiero decir desagradable, terrorífica,
como la de Psicósis, Alien o Tiburón, que son obras maestras por lo que son: música de cine de terror) y la oscura fotografía en blanco y negro.
También contiene ciertas dosis de erotismo, bastante velado, eso sí, junto a evidentes sátiras político-sociales, especialidad de Karel Capek,
creador de la novela original, y grandes pinceladas de surrealismo.
Los decorados se mueven entre la elegancia y el onirismo dentro de una marcada sencillez y los FX son competentes. Es una muy buena película,
si bien bastante lenta para mi gusto, debo añadir.
bigladiesman
7
Thriller ci-fi sobre un explosivo que lo está petando, jiu, jiu, doy pena.
La protagonista indiscutible de la función es Karel Högel, un actor de tipo Peter Lorre. Le secundan como villanos (y muy bien que lo hacen)
Florence Marly actriz checoslovaca que volvía a casa tras obtener grandes éxitos en Francia y en Hollywood (donde después realizó el resto de
su carrera. Esta sería su última peli en Europa), y Eduard Linkers, otro actor que hizo carrera en el cine europeo (sobretodo en Alemania y
en el Reino Unido). Junto a unos poco conocidos (al menos aquí) pero buenos secundarios vuelven a demostrar que - adoptando el lenguaje
comiquero - en ese momento, la posguerra, en Europa el cine fantástico vivió una breve ¨silver age¨ (la ¨golden age¨ sería la que iría de
Meliès y De Chomón al Expresionismo alemán), con producciones ambiciosas y de calidad frente a la irregularidad de Universal y los subproductos
de la Poverty Row en EE.UU.
Es una película de ambiente angustioso: se ve a través de flashbacks del enfermo y casi moribundo Jiri Prokop (Höger), y la teatral interpretación
del actor realza esta sensación de agobio y pesadilla permanente, junto a la ominosa música (con ¨ominosa¨ quiero decir desagradable, terrorífica,
como la de Psicósis, Alien o Tiburón, que son obras maestras por lo que son: música de cine de terror) y la oscura fotografía en blanco y negro.
También contiene ciertas dosis de erotismo, bastante velado, eso sí, junto a evidentes sátiras político-sociales, especialidad de Karel Capek,
creador de la novela original, y grandes pinceladas de surrealismo.
Los decorados se mueven entre la elegancia y el onirismo dentro de una marcada sencillez y los FX son competentes. Es una muy buena película,
si bien bastante lenta para mi gusto, debo añadir.
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