Germán “Tin Tan” Valdés protagoniza esta agradable comedia mexicana (con demasiadas canciones cabareteras, eso sí) en la que interpreta a un exsoldado soñador que tiene una capacidad sobrehumana para sobrevivir; una especie de don que se le dio a su familia: tiene 7 vidas (¡debido a una maldición egipcia!... O no).
Valdés se muestra gracioso en todo momento, y la película es casi un monólogo suyo con algunos sketches musicales por en medio. El resto es un pastiche surrealista poco pretencioso con esa gracia natural y al mismo tiempo un poco triste – en el sentido más positivo del término - que tenían los humoristas como Cantinflas, Capulina y, por supuesto, “Tin Tan” Valdés. Es uno de aquellos personajes cuya sola presencia salva a cualquier película, por mala que sea.
También valoro positivamente la actuación de Martha Valdés (sin aparente parentesco con Germán), con un personaje de actriz muy centrada y con un par de ovarios que pese a estar en lo más alto odia la hipocresía, considerándose a si misma una mala persona (no lo es). El actor que hace de abuelo chiflado también es la mar de cómico (parece un eslabón entre Yosemite Sam y el yayo de “Enredo”), pero no da el pego: se nota que no es otro que el mismo Valdés mal disfrazado (más puntos a su favor).
Lo que hace que esta película resulte en momentos aburrida son el exceso de mediocres numeritos de coros y danzas. Si bien no están mal rodados (no os esperéis un numerito a lo Busby Berkeley ahora, eh!), son largos y densos, e interrumpen la acción, más propia de unos dibujos animados que de una película de imagen real, lo cual es un gran logro en una película de serie B como esta.
bigladiesman
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Germán “Tin Tan” Valdés protagoniza esta agradable comedia mexicana (con demasiadas canciones cabareteras, eso sí) en la que interpreta a un exsoldado soñador que tiene una capacidad sobrehumana para sobrevivir; una especie de don que se le dio a su familia: tiene 7 vidas (¡debido a una maldición egipcia!... O no).
Valdés se muestra gracioso en todo momento, y la película es casi un monólogo suyo con algunos sketches musicales por en medio. El resto es un pastiche surrealista poco pretencioso con esa gracia natural y al mismo tiempo un poco triste – en el sentido más positivo del término - que tenían los humoristas como Cantinflas, Capulina y, por supuesto, “Tin Tan” Valdés. Es uno de aquellos personajes cuya sola presencia salva a cualquier película, por mala que sea.
También valoro positivamente la actuación de Martha Valdés (sin aparente parentesco con Germán), con un personaje de actriz muy centrada y con un par de ovarios que pese a estar en lo más alto odia la hipocresía, considerándose a si misma una mala persona (no lo es). El actor que hace de abuelo chiflado también es la mar de cómico (parece un eslabón entre Yosemite Sam y el yayo de “Enredo”), pero no da el pego: se nota que no es otro que el mismo Valdés mal disfrazado (más puntos a su favor).
Lo que hace que esta película resulte en momentos aburrida son el exceso de mediocres numeritos de coros y danzas. Si bien no están mal rodados (no os esperéis un numerito a lo Busby Berkeley ahora, eh!), son largos y densos, e interrumpen la acción, más propia de unos dibujos animados que de una película de imagen real, lo cual es un gran logro en una película de serie B como esta.
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