Pues la peli para ser de ¨tito¨ Jess, está bastante bien. Pero a este director es que se le iba la olla de vez en cuando. La peli es de lo más bipolar. La misma, durante prácticamente toda su primera hora de metraje, es solo verse a todos estos desequilibrados y desequilibradas rendirle pleitesía a satanás, y cuando no se le adora al ¨príncipe del averno¨ entonces es que nos están deleitando con sexo lésbico; o es una cosa o es la otra. Luego, sobre la hora (desde que sale el alcalde gordinflón) la cosa cambia; ya no hay sexo alguno ni adoración al diablo. Todo lo que queda de film se transforma en un drama sobre esta cría (María), la inquisición, etc. Y el final tan melodramático y tan poco ortodoxo dentro de las formas de Jesús Franco a la hora de hacer cine. En conclusión: durante una hora estás viendo una peli de lo más casposa - made in ¨tío¨ Jess -. Y el resto de metraje no es típico de este director, pero paradójicamente, esa última media hora, - que a mí me ha gustado menos que sus tres primeros cuartos - es lo que hace que este film suba en calidad de manera indiscutible. En fin, que ¨tío¨ Jess era único...

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Primera crítica. Dentro de las abominaciones habituales en el cine de Jess Franco estamos por lo menos esta vez ante un film relativamente trabajado, con una historia convincente y un erotismo y depravación que están dentro de unos niveles aceptables.
Una novicia entra en un convento donde reside la lujuria, la depravación y la adoración al diablo. Allí se suceden las orgías y Jess Franco nos las trae sin que sean pantominas sino con un poco de orden y sentido común en su filmación. La novicia acaba en manos de la Inquisición por tratar de salvarse.
Una música religiosa aceptable, unas localizaciones correctas y unos personajes que encajan en sus papeles de depravados sexuales. No debe ser muy difícil que sea una de las historias más llevaderas de este director.

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