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Antepasado de la películas “direct-to-video”, son tres episodios de la una serie de televisión editados para durar unos 70 minutos y pasar al mercado del alquiler doméstico (proyectores de 16 mm) y emisión televisiva (gracias, Wikipedia!).

No nos podemos esperar gran cosa, y, ciertamente, no lo es. Afortunadamente he podido ver la película a través del programa paródico Mystery Science Theater 3000, los comentarios de los personajes del cual le dan un poco de salsa a la acción en pantalla.

Malas interpretaciones, FX ridículos, argumento (?) confuso, vestuario ominoso (¡es que no se me ocurría otro adjetivo!), diálogos estúpidos, y, por encima de todo, la ausencia del encanto de los seriales cinematográficos de los años 30, hacen de este un subproducto prescindible si no contamos con la ayuda de comentarios tipo MST3K o del amigo cachondo de turno, porque el valor de comedia involuntaria no llega a ser lo bastante alto como para reírnos solos (sin embargo, existe, y salva una estrella para este bodrio).

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