Maciste es un personaje que ha marcado mucho la cultura italiana. Considerado el primer superhéroe de la historia, el personaje creado por el famoso poeta Gabrielle D¨Annunzio (recordado por ser uno de los padres de una ideología que no debería existir, el fascismo) surgió en el épico peplum ¨Cabiria¨ y de ahí se convirtió en un personaje atemporal, antes de volver a los tiempos de la antigüedad clásica tras su recuperación en los 60.

Por las circunstancias en que se rodó y por su influencia, esta es actualmente la peli más reivindicada de la primera serie de Maciste: el hecho que fuera la peli favorita de Federico Fellini llevó a su recuperación, así como la creciente importancia que se está dando a la figura del turolense Segundo de Chomón, encargado de los FX de esta película (uno de sus mejores trabajos) y el contemplar la fuerza de sus imágenes basadas en las ilustraciones de Gustave Doré para el Infierno creado por Dante, que convierten esta película en todo un proto-slasher (solo en un par, literal, de escenas, eso sí, y no hay ni una gota de sangre).

El ex-estibador Bartolomeo Pagano, primera estrella cachas de la pantalla, vuelve al papel que llevaba 12 años interpretando para defender el mundo de una invasión de demonios que se disfrazan de típico malo de western mudo (con la capa, la chistera, el bastón, el bigote encerado... Parecen los Supertacañones del ¨Un, dos ,tres¨), lo que lo lleva al infierno, con demonios muy feos y bellas mujeres ligeras de ropa.

Es una peli de aventuras simple y con un tono moralizante. Técnicamente es excelente: el maquillaje impresiona, teniendo en cuenta además la cantidad de extras. Los FX de Segundo de Chomón son bastante impresionantes, en especial una escena en que un demonio se va regenerando en stop-motion.

No deja mucho que decir: buen producto de aventuras, sin ser para nada una maravilla, con una buena factura técnica.

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