Luego del tradicional travelling que nos muestra los restos del naufragio de un buque de pasajeros, hundido por los torpedos de un submarino alemán, Hitchcock nos presenta una escena insospechada: una glamorosa dama, impecablemente vestida y maquillada, en un bote salvavidas. Por cierto, la glamorosa dama es la inolvidable y esplendorosa actriz Tallulah Bankhead.

Poco a poco irán apareciendo otros supervivientes, hasta completar un variopinto muestrario de personajes.

Toda la trama decurre en ese pequeño bote salvavidas, incluso se utiliza solo planos cerrados o medios y un magistral uso del zoom, y los náufragos, que representan a las distintas clases sociales, personalidades e ideologías, reúnen en ese microcosmos la visión que de la sociedad de esos años tenía el Director, incluidas la crítica al totalitarismo, al nazismo y a la democracia, además de una inteligente muestra de lo que es capaz la condición humana.

Un film original y brillante, que nos narra una historia trágica, cómica, intensa, conmovedora, desde la escena en que se nos muestra la muerte del bebé, hasta la ladina actitud del alemán, pasando por la presencia de un personaje de raza negra que aporta la única música que aparece en el film o las vicisitudes que deben afrontar los náufragos para intentar sobrevivir.

Una gran película, con moraleja final, que logra meter al espectador en ese frágil bote a la deriva en la inmensidad del océano y ser uno más de esos náufragos luchando por entender su tragedia, cooperar entre ellos más allá de sus desconfianzas mutuas y tratar de sobrevivir.

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Hitchcock ha quedado para la posteridad como el mejor director de la historia, o si no, uno de los mejores, con el permiso de Orson Welles y Ridley Scott. Puede que para muchos de ustedes esta película no les sea muy conocida, pero, en mi opinión, es uno de los mejores filmes que este británico nos ha podido dar. Un bote a la deriva con 9 personas, como una periodista muy peinada para haber sobrevivido a un ataque, a un soldado alemán, a un millonario, una enfermera...

En el argumento, un barco inglés es bombardeado por un submarino alemán en la Segunda Guerra Mundial. Unos pocos supervivientes se suben a un bote de madera con la esperanza de ser rescatado. Pero pasan los días y los días y los supervivientes se ven obligados a enfrentarse a la deshidratación, a la enfermedad y a la ira por tener a bordo a uno de los oficiales del submarino que los bombardeó.

Es increíble ver como una película con un presupuesto tan moderado pudo haberse convertido en un clásico, como lo fue ¨Psicosis¨. Y es que la gracia del argumento está en los personajes, tan variopintos, que por un lado te esperas como va a ser su actitud, pero el desarrollo de los mismos es excelente, a la par que espectacular. Dejemos a un lado la crítica hacia la guerra; eso ya está muy visto. La historia y el Macguffin de todo está en la supervivencia y en la credulidad de ser rescatados. Es una película dura, que supongo tendría muchos problemas en su estreno. Eso queda patente en el personaje de la Sra. Higley, que queda traumatizada con la muerte de su hijo, que ella se niega a creer aún teniéndolo muerto entre sus brazos.

Por otro lado, los actores son más que correctos. Acentúan bien los momentos de tensión. Me gustaría hacer dos puntos y aparte, uno es Tallulah Bankhead y otro el de Canada Lee. La primera es un caso singular en la filmografía de Hitchcock. La tía sobrevive a un naufragio, y en la primera escena la mujer se muestra muy chulita, ella sola en el bote fumando un cigarrillo, tan repeinada y con su vieja máquina de escribir. Quiero decir, que yo no esperaría encontrarme a una mujer así de arreglada en una barca salvavidas de madera. Canada Lee es el fiel reflejo de una sociedad que odia a los negros. Es decir, en el bote son todos blancos, él es la única persona de color en el grupo y aunque supongamos que eso va a suponer un rechazo, al final acaba siendo un personaje con mucha entereza, fiel a su religión, pero que encaja perfectamente en el grupo.

Lo que si se le podría echar en cara a la película es que estira mucho el final, como si no quisieran acabar la película, pero el cierre es más que aceptable para una película soberbia, entretenidísima y con un trasfondo dramático que solo un mago de suspense y el drama como Hitchcock podría regalarnos. Se la recomiendo, ¨Naufragos¨ no os va a decepcionar.

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