“Una ciencia ficción simple pero inteligente; una película que te llega al alma, siempre en cuando poseas una”

Paul Giamatti se interpreta a sí mismo como un actor el cual se encuentra en una época de crisis personal, donde el estrés, la ansiedad y la infelicidad respecto al matrimonio repercuten en su labor artística. Al enterarse de que existe un método para extraer el alma del cuerpo y así aliviar las tensiones producidas por el trabajo, se someterá a dicho tratamiento para ver la efectividad del novedoso procedimiento.

Sin duda, Cold Souls, es una de las mejores películas que hemos visto esta temporada en lo que a ciencia ficción se refiere. Orientada desde un punto de vista más independiente y menos comercial, Cold Souls nos ofrece una visión sobre el futuro. Sin duda, el argumento es inquietante y atrapa desde el primer momento ya que ofrece algo fresco. Tiene la gracia de ser un argumento simple, pero inteligente ofreciendo algo al espectador que no ofrece los boom videos de ciencia ficción actuales.

La idea de la película es reflexiva: hasta que punto somos seres humanos con un alma y como dependemos de ella. Aquí entramos en un diálogo moralista-religioso, pero en el cual la película no se atreve a entrar y prefiere seguir una línea más simple y sencilla. Aún así, la película cuenta con su propia reflexión moraleja hacia el final de la película. Pese a no entrar en dicha línea que hubiera supuesto una mayor complejidad de la película, ofrece una idea en el argumento y es la de que el hombre no se puede dividir y separarse de su alma. Evidentemente, esto se refleja en el argumento gracias a la acción y a la trama que envuelve la película, a partir de que Paul Giamatti pierde su alma.

Sin duda, la gran estrella es Paul Giamatti interpretándose a si mismo. Es ostentoso, pero a la vez expresivo y llena de emoción la pantalla y las imágenes a medida que va sucediendo la película. El resto de las actuaciones no hacen más que enmarcar el papel de Giamatti como la estrella de la película. Cabe decir que gracias a que Giamatti actua en dicha película, se consigue una gran emotividad y consigue transmitir esa idea de la dualización del alma, la cual sin él habría sido imposible de representar y habría quedado enfocada de una manera fría.

Una gran película, gracias a la mano de Giamatti y de una dirección impecable, la cual a la vez cuenta con un argumento que consigue atrapar hasta la última décima de segundo de la película. Sin duda, recomendable.

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