pseudo remake de M de vampiro de Fritz Lang pero argentina. Para esos tiempos esta muy bien, la trama es similar a la original pero con varios cambios y agregados que no la hacen amena. Nathan Pinzon siempre me pareció un tipo atemorizante y en el papel del vampiro negro esta mas que acertado ( por momentos me recordó a Peter Lorré)... básicamente esta muy bien planteada, se enfoca para el lado policíaco y en no nos muestra el crimen en cuestión ( no era la época para eso) pero sin embargo por ser argentina la veo muy adelantada para su época...
Aceptable y recomendable a quien quiera incursionar por los primeros pasos argentinos en el cine de terror y policial.
Un remake Argentino(no se si oficial o no)de M de F.Lang...pero está más claro que el agua...hay hasta planos calcados!!
La verdad es que es bastante disfrutable y con un buen ritmo.
Una verdadera rareza que hay que ver al menos un vez en la vida!!no es ninguna maravilla...simplemente otra visión de un clásico...a años luz!!por supuesto!!
Bueno, cambia bastante con respecto a la original, ya que la cción trascurre en una época más moderna... También pierde el ambiente oscuro, y la historia es más tipo thriller policíaco.
Críticas: 4
Miguel Arkangel
8
¨El vampiro negro¨, producida por Argentina Sono Film en 1953 y dirigida por el uruguayo Román Viñoly Barreto, es una de las grandes películas de la estupenda filmografía clásica argentina.
Viñoly se animó a plasmar su propia versión de su admirada M (1931) de Fritz Lang, (que por cierto ya había tenido un remake a cargo de Joseph Losey). Es una versión inteligente, con mucho regusto Noir, tenebrosa, una excelente muestra de atmósferas alucinadas con algunas de las imágenes más perfectas y poderosas en blanco y negro del cine argentino, con un esfuerzo técnico loable y con una tensión dramática bien construida, lo que la convirtió en un clásico por méritos propios.
El film adopta un enfoque íntimo y más completo del asesino de niñas, quien, gracias al esforzado trabajo de Nathán Pinsón (que por supuesto se inspira en Peter Lorre), intenta inspirar compasión, algo difícil pues su personaje es repulsivo y no se hace nada por minimizar el horror de sus crímenes. Viñoly también acierta al darle presencia al personaje femenino de Amalia (Olga Zubarry), una cantante de cabaret y madre soltera, que aporta belleza, talento y una actuación con carácter a una película brillante.
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