Son finales de los 60s y EEUU y la URSS están en plena carrera espacial por ver cuál de los dos llega primero a la Luna. Los productores contrataron a Robert Altman para la dirección, con un guion basado en la novela ¨El Proyecto Peregrino¨ de Hank Searls, para rodar la que sería la última película sobre el programa espacial antes de que los estadounidenses aterrizaran realmente en la Luna. La película no está basada en espectaculares efectos especiales, ni en la tensión y el suspenso. Más bien, trata sobre las personas que integran el equipo que organiza y desarrolla el programa espacial de EEUU y los conflictos personales entre ellos.
Para los roles principales se contrató a dos actores de la talla de James Caan y Robert Duvall. Gran parte de la trama se dedica a explorar la importancia de enviar a un civil al espacio exterior, y las tensiones producto de las rivalidades entre los astronautas o entre el personaje de Caan y su preocupada esposa, lo que permite mostrar ciertas dosis de melodrama y las relaciones de género en una época en el que las mujeres eran sumisas amas de casa y los hombres intrépidos astronautas, y todo esto enmarcado en plena Guerra Fría.
Altman haría posteriormente mejores películas que esta, de hecho, durante el rodaje hubo mucha tensión entre Altman y el productor William Conrad; pero, su tramo final, repleto de simbolismo y esperanza, (atención a la escena de las banderas), hacen que valga la pena verla.
Miguel Arkangel
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Son finales de los 60s y EEUU y la URSS están en plena carrera espacial por ver cuál de los dos llega primero a la Luna. Los productores contrataron a Robert Altman para la dirección, con un guion basado en la novela ¨El Proyecto Peregrino¨ de Hank Searls, para rodar la que sería la última película sobre el programa espacial antes de que los estadounidenses aterrizaran realmente en la Luna. La película no está basada en espectaculares efectos especiales, ni en la tensión y el suspenso. Más bien, trata sobre las personas que integran el equipo que organiza y desarrolla el programa espacial de EEUU y los conflictos personales entre ellos.
Para los roles principales se contrató a dos actores de la talla de James Caan y Robert Duvall. Gran parte de la trama se dedica a explorar la importancia de enviar a un civil al espacio exterior, y las tensiones producto de las rivalidades entre los astronautas o entre el personaje de Caan y su preocupada esposa, lo que permite mostrar ciertas dosis de melodrama y las relaciones de género en una época en el que las mujeres eran sumisas amas de casa y los hombres intrépidos astronautas, y todo esto enmarcado en plena Guerra Fría.
Altman haría posteriormente mejores películas que esta, de hecho, durante el rodaje hubo mucha tensión entre Altman y el productor William Conrad; pero, su tramo final, repleto de simbolismo y esperanza, (atención a la escena de las banderas), hacen que valga la pena verla.
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