Krimi internacional de bajas pretensiones con un reparto notable dirigido por el especialista en el género Harald Reinl.

Joachim Fuchsberger protagoniza como un heroico, aristocrático y cantamañanas agente del MI5 llamado Harry Raffold, Karin Dor y Werner Peters se unen a nombres familiares de la serie B y la televisión ibérica como José María Caffarel, Antonio Casas, Gabriel Llopart o Fernando Sancho, con el añadido de una estrella italiana bastante notable entonces por su belleza y talento: Eleonora Rossi-Drago.

El guion se basa no en una novela de Edgar Wallace como era habitual (aunque he visto que se vende la película como tal en vídeo doméstico), sino del similar Louis Weinert-Wilton, adaptado por un guionista de cada país particpante: el veterano Felix Lützkendorf y los especialistas en serie B Giuseppe Mangione y Eugenio Martín (director de la peli de culto “Pánico en el Transiberiano”). Aunque cumpliendo con las premisas del género (personajes extravagantes, tramas de cómic policíaco de los de perra gorda, humor) pero contiene algún que otro fallo bastante serio: a ratos se pierde el hilo y no sabemos hacia dónde va la acción.

En el aspecto técnico sobresale la ecléctica banda sonora pop-sinfónica, nada menos que de Augusto Algueró junto al mítico compositor italiano de serie B Francesco De Masi. Desde luego, hay que decir que si Hamburgo o Copenhague no pasaban por el Swinging London ni de chiripa, no os digo el Madrid pre-ye-yé de la época donde se rodó la peli.

Entretenida y digna, a secas, con muchos rostros familiares. Gustará a los fans poco exigentes de los krimis que le perdonen que sea inconexa incluso para los estandares del género.

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