Una despótica teocracia gobierna EEUU, convertida en Gilead, donde se han suprimido las libertades democráticas, se aplica un férreo control religioso y el Antiguo Testamento ha sido implantado como Constitución del país. Las mujeres están divididas en un estricto sistema de castas, y homosexuales, negros e inconformes son exterminados o llevados a campos de concentración.
Bajo la apariencia de un telefilm, algo propio de MGM en esos años, con la dirección a cargo del reputado Volker Schlöndorff, con guión del nobel Harold Pinter, se nos presenta esta adaptación del libro “The Handmaids Tale” (1985), de la escritora feminista canadiense Margaret Atwood.
La película no está nada mal, combina ciencia ficción distópica, con una fuerte crítica al fundamentalismo cristiano y el pensamiento conservador y machista desde una óptica feminista. Una mejor producción, y un mejor ritmo, le hubieran ayudado mucho.
Pero ni la novela, ni esta adaptación fílmica, lograron mayor popularidad. Aunque gracias a una adaptación teatral y la serie para TV, estrenada recientemente, la historia tan estimulante e interesante ideada por Atwood ha ganado actualidad.
Miguel Arkangel
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Una despótica teocracia gobierna EEUU, convertida en Gilead, donde se han suprimido las libertades democráticas, se aplica un férreo control religioso y el Antiguo Testamento ha sido implantado como Constitución del país. Las mujeres están divididas en un estricto sistema de castas, y homosexuales, negros e inconformes son exterminados o llevados a campos de concentración.
Bajo la apariencia de un telefilm, algo propio de MGM en esos años, con la dirección a cargo del reputado Volker Schlöndorff, con guión del nobel Harold Pinter, se nos presenta esta adaptación del libro “The Handmaids Tale” (1985), de la escritora feminista canadiense Margaret Atwood.
La película no está nada mal, combina ciencia ficción distópica, con una fuerte crítica al fundamentalismo cristiano y el pensamiento conservador y machista desde una óptica feminista. Una mejor producción, y un mejor ritmo, le hubieran ayudado mucho.
Pero ni la novela, ni esta adaptación fílmica, lograron mayor popularidad. Aunque gracias a una adaptación teatral y la serie para TV, estrenada recientemente, la historia tan estimulante e interesante ideada por Atwood ha ganado actualidad.
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