¨¡Sargento!¡Sargento!¨
¨Qué pasa, Joe, ¿el gato de la Sra. Hodges vuelve a estar poseído?¨
¨¡No, Señor!¡HA LLEGADO JANE MARPLE!¨
¨¿Cómo? ¡Corre, Joe, huyamos los primeros y los civiles, que se jodan!¨
Esta, o una reacción parecida, debía ser la reacción en las comisarías de las Islas Británicas cuando la chafardera Señorita Marple, segundo gran personaje de Agatha Christie tras Hércules Poirot se daba un garbeo por allí: donde ella fuera, era seguro que habría asesinatos. Pero, ay, no lo era, y afortunadamente para millones de lectores, la anciana detective aficionada tuvo mucho por resolver.
Esta es la primera aparición cinematográfica del simpático personaje de La Dama del Misterio, bajo los rasgos de la actriz que mejor la interpretó, reconocido por la propia Agatha Christie: la veteranísima Margaret Rutherford, una actriz de vocación tardía que debutó en la escena con 41 añazos. Con esta película se iniciaba la tetralogía Marple, del binomio formado por Rutherford y el director George Pollock.
Rutherford es una Marple es mucho más activa que la de la novela, segura de si misma aunque pase miedo, bromista ante todo, respondona y astuta. Y físicamente es muy adecuada. El otro gran actor de la película es el norteamericano Arthur Kennedy, uno de los mejores secundarios de la Historia del Cine (nominado a 5 Oscars). Su interpretación es correcta. Los demás intérprtes son figuras secundarias del cine británico. Tenemos un gran robaescenas en el personaje del repelente niño Alexander, físicamente interpretado por Ronnie Raymond, pero con la voz del ¨cuclillo¨ Toby Stephens, que justo venía de hacer su espléndida actuación en ¨Suspense¨ junto a Deborah Kerr, y es quien realmente le da forma al personaje. Finalmente destacar al veterano cachas James Robertson Justice como patriarca de la familia Ackenthorpe. A sus 54 años resulta demasiado joven para el papel.
El guion se distancia bastante de la novela, no argumentalmente, pero sí a nivel de personajes: se elimina a la joven que Marple envía a trabajar con la familia Ackenthorpe para darle todo el protagonismo a Miss Marple, se convierte al anciano, algo bruto pero agradable jardinero Hillman en un abusón maleducado de mediana edad y se convierte al dulce y curioso niño Alexander en un gamberrete deslenguado y simpaticote dentro de su buscada repelencia. Y es aún más chafardero que en la novela. La novela ya tenía bastante humor, pero aquí se juega aún más esta baza. Como suele pasar en las pelis basadas en obras de Agatha Christie, los diálogos son chispeantes, irónicos y divertidos. Por desgracia la novela tenía un desenlace muy decepcionante, y la película, igual. Es una mancha que empaña algo el resultado, pero no es culpa del equipo de la peli, sino de la misma Agatha Christie.
A nivel técnico, Ron Goodwin realizó una simpática pieza de pop barroco que define bien al personaje. Violines y un clavicordio se unen a percusión pop y un bajo jazz. Toda la banda sonora se basa en variaciones del tema principal.
El resto está competentemente hecho, sin ese esplendor y lujo que caracterizó a las superproducciones basadas en novelas de Agatha Christie realizadas en los 70. Me atrevería a decir que esta adaptación gana un aire algo teatral conforme la acción avanza: cada vez menos exteriores y más escenas basadas en diálogos.
Una corta y entretenida comedia de suspense que os gustará a poco que os vaya el estilo de La Dama del Misterio.
Primer film de un ciclo de cinco películas que el director George Pollock realizó sobre algunas novelas de Agatha Christie, todas ellas, a excepción de ¨Diez negritos¨, protagonizadas por Margaret Rutherford. Aunque hay algunos pequeños cambios respecto a la novela original (4.50 From Paddington) que atañen a los personajes y a varias situaciones (en la película es la propia Miss Marple quien presencia el primer crimen, no aparece el personaje de Lucy, el último asesinato no es por envenenamiento como en la novela, etc) es, en general, una adaptación bastante fiel del libro. Encontramos en ella esa sensación de misterio tan genuino e inconfundible de la novelista inglesa, con la habitual abundancia de sospechosos y pistas falsas. Hay también algún que otro momento de suspense, una buena puesta en escena, y algunos toques agradables de humor, casi siempre a cargo del personaje de Ackenthorpe. Pollock consigue que el ritmo narrativo sea ágil y fluido, evitando que el exceso de dialogo frene la acción. Las interpretaciones son otra de las grandes bazas del film. Destaca, como siempre, la gran Margaret Rutherford, para muchos la mejor Miss Marple de la historia, haciendo siempre a su personaje mucho más atrevido, dinámico y activo, pero sobre todo, con una personalidad arrolladora. Algo totalmente opuesto al que encontramos en las novelas (lo que en principio no hizo mucha gracia a la propia Agatha Christie). Junto a ella encontramos a un puñado de magníficos profesionales británicos, entre ellos Stringer Davis (¨Asesinato a bordo¨) marido en la vida real de Margaret Rutherford, o a James Robertson Justice (¨Historias extraordinarias¨), Thorley Walters (¨Psychopath¨), así como al australiano Charles Tingwell (¨Drácula, príncipe de las tinieblas¨) y al norteamericano Arthur Kennedy (¨La centinela¨). Todos a un excelente nivel. Como curiosidad, también aparece en un pequeño papel de ama de llaves Joan Hickson (¨Matar o no matar, este es el problema¨), quien luego se haría celebre al encarnar a la propia Miss Marple en la famosa serie de tv de los 80.
Muy recomendable para cualquier aficionado a las películas de crimen y misterio y, por supuesto, para los fans de Agatha Christie.
Críticas: 3
TANO
7
Primera película sobre el personaje ¨Miss Marple¨ de Agatha Christie, y he decir que la he disfrutado bastante. Una película con bastante intriga, un buen puñado de sospechosos y una historia que no está nada mal (aunque es la típica donde al final tus elucubraciones sobre los crímenes se van al garete y la cosa sale por donde no se lo espera uno).
Tiene ese típico humor clásico inglés que tanto gusta, y aunque la actriz protagonista no es mucho de mi agrado, hay que reconocer que cumple perfectamente.
A destacar, por cierto, al niño, que es de lo mejorcito de la película.
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