Final explicado de "Twisters" (2024): ciencia, redención y el poder del viento
Una tormenta que oculta más que viento
Twisters (Tornados, 2024) se presenta como secuela independiente del clásico noventero, pero con una protagonista marcada por las pérdidas.
Kate Carter, interpretada por Daisy Edgar-Jones, fue una intrépida meteoróloga hasta que un experimento fallido le arrebató a su equipo. Alejada de la acción y refugiada en Nueva York, cree que su vida quedó atrás… hasta que el pasado vuelve con fuerza.
El regreso a la caza de tormentas
Cuando su antiguo colega Anthony Ramos (Lee Isaac Chung dirige la película) le propone unirse a un nuevo proyecto de Storm Par, Kate vuelve a Oklahoma con reservas. Allí conoce a Glen Powell, un youtuber que convierte las tormentas en espectáculo.
El contraste entre ciencia y espectáculo crea una rivalidad que se siente como un eco moderno de clásicos del género, como Twister (1996).
Las nuevas tecnologías, capaces de mapear y reducir el impacto de tornados, ofrecen una esperanza real. Sin embargo, las motivaciones de algunos financiadores generan desconfianza en Kate. No todo es altruismo cuando hay grandes inversiones de por medio.
La misión que cambia el rumbo
La tensión estalla cuando Kate descubre que su trabajo puede estar sirviendo intereses económicos de Marshall Riggs, un inversor que se enriquece con los desastres. Decide apartarse, buscando calma en la granja familiar. Pero Tyler no se rinde y le propone una última misión: usar su viejo experimento para frenar un tornado cerca de El Reno.
La urgencia de la situación la obliga a aceptar. Javi también se une, priorizando la evacuación de los habitantes. La atmósfera recuerda a las grandes secuencias de riesgo real de cine de catástrofes de los 90.
Final explicado de "Twisters"
Kate conduce el camión de Tyler directamente hacia la bestia de viento. El experimento, probado años atrás con resultados fatales, esta vez funciona: la tormenta se disipa y se salvan decenas de vidas. El teatro donde se refugiaban se destruye, pero la misión logra su objetivo.
La película concluye con Kate rescatada por Tyler y Javi, en una celebración agridulce que combina alivio y promesa.
El destino de los protagonistas queda abierto. Javi reafirma que seguirán investigando, mientras Kate vuelve a Nueva York. En una escena casi juguetona, le devuelve a Tyler su propia frase motivadora, algo que él tarda en procesar… hasta que la sigue al aeropuerto. El guiño romántico no se resuelve, pero la complicidad queda en el aire.
En la escena post-créditos, los tres aparecen como socios, desarrollando nuevas formas de proteger comunidades de futuros tornados. La puerta a una secuela queda entornada, literalmente.
Un cierre que mezcla ciencia y redención
Twisters no solo ofrece acción y efectos visuales espectaculares, sino que plantea cómo la tecnología y la cooperación pueden enfrentarse a fuerzas incontrolables. Es imposible no pensar en San Andreas o El Día de Mañana cuando se ve la magnitud del desastre.
Como si Homero hubiera narrado una odisea meteorológica, Kate vive su propio viaje heroico: caída, duda, desafío y renacimiento. El viento, en este caso, no solo arrastra casas y coches, sino que limpia culpas y da pie a nuevas alianzas. Y sí… la tormenta, al final, no es lo único que se disipa.