Explicación del final de Eternity (2025)

¿De qué trata “Eternity”?

“Eternity” es una comedia romántica fantástica donde Joan, interpretada por Elizabeth Olsen, llega al más allá y descubre que debe elegir con quién quiere pasar la eternidad. Sus opciones son nada menos que sus dos maridos fallecidos: Luke, el amor dulce e impulsivo que murió joven, y Larry, el compañero con el que compartió prácticamente toda su vida.

El problema es que ambos la reclaman, y la elección no solo resulta incómoda, sino que acaba revelando quién fue realmente feliz con quién.

Final explicado de “Eternity”: la primera decisión de Joan

Después de pasar tiempo con cada uno en sus “eternidades” personalizadas, Joan termina aún más perdida de lo que empezó. Se entera de que Larry iba a dejarle una carta manipulando un poco la situación para que eligiera la eternidad que él quería y eso la deja tocada.

Sumado a que él ni siquiera esperó una semana para reencontrarse con ella, Joan siente que está atrapada en una decisión imposible. Tras una buena borrachera con una amiga del mundo de los vivos que también está por allí, Joan suelta lo que parece una respuesta contundente: “no elijo a ninguno de los dos”. Pero no es una liberación, ni un “me elijo a mí misma”, sino más bien la forma que tiene de no herir a ninguno. Como si eludir la responsabilidad resolviera algo.

El detalle del pelo de Joan: la clave que nadie vio venir

Aquí llega uno de los puntos más sutiles de la película. En el más allá uno adopta la forma que tenía en el momento en el que fue más feliz. Larry recuerda a Joan con el pelo corto, que es como la conoció. Luke, en cambio, la recuerda con el pelo largo. Y, sorpresa, cuando Joan despierta al inicio su pelo es largo.

Eso significa que su etapa más feliz no fue con Larry, sino con Luke. Larry lo recuerda de golpe mientras mira una antigua foto, una imagen que también vio justo antes de su muerte, y entiende que ella fue más feliz con el otro. Por eso corre a detenerla antes de que se vaya a otra eternidad y —con mucho dolor, todo hay que decirlo— le dice que es Luke quien merece una segunda oportunidad con ella.

¿Por qué Joan abandona la eternidad con Luke?

Todo apunta a que Luke es “el elegido”, pero en cuanto pasan más de dos días idílicos en esa eternidad fría en las montañas, Joan empieza a recordar la verdad: lo suyo con Luke fue un flechazo eterno, sí, pero un flechazo sin llegar a convivir, sin vivir el mundo real.

Nunca enfrentaron problemas, nunca se discutieron por tonterías, nunca crecieron juntos porque él murió demasiado pronto. En cuanto conviven un poco, se ve que no encajan como imaginaban. Y Joan nota ese vacío que sólo conoció con Larry, en los años complicados, los enfados, las reconciliaciones, lo cotidiano. El amor de verdad, vamos.

Al darse cuenta, Joan decide escapar. Luke, que la quiere de forma genuina, la ayuda a huir de su eternidad antes de que la “administración” del más allá la meta en una especie de limbo por romper las normas. Con ayuda de Anna y Ryan, ella consigue volver al centro de eternidades para buscar a Larry, que trabaja de barman (otra vez). Ahí el mensaje de la peli queda clarísimo: no se trata de elegir lo más intenso, ni lo más perfecto, ni lo que parece un cuento de hadas, sino lo que te ha sostenido toda la vida, incluso en los días malos.

¿Con quién se queda Joan al final?

Joan vuelve con Larry. No porque Luke no la quisiera, sino porque lo de ellos vivió congelado en un recuerdo que nunca creció. Larry representa la vida completa, con sus grietas, sus enfados y sus pequeñas alegrías.

Ella siente que eso es lo que quiere repetir por toda la eternidad. Se reencuentran y la peli cierra con ellos en una eternidad humilde, tranquila, casi “normal”, que es justo lo que a Joan le hace sentir que está en casa.

Conclusión de “Eternity”

El final de Eternity desmonta el tópico del “gran amor perfecto” para defender algo más terrenal: lo que compartes día a día, lo bonito y lo feo, lo que te construye. Joan no elige la pasión del recuerdo ni el dramatismo del sacrificio, sino el amor que sobrevivió a todo. La película juega al triángulo romántico pero en realidad habla de identidad, de aceptar que una vida plena no son sólo los momentos felices, y de que la eternidad que eliges dice más de ti que de los demás.

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