“Troll 2” continúa la historia planteada en la primera película, retomando el conflicto entre los humanos y los Jotuns, antiguos trolls que llevan siglos siendo perseguidos, manipulados o exterminados. Tras el ataque al rey troll en Oslo y la negligente respuesta del gobierno, la científica Nora decide apartarse del sistema, mientras Andreas se une al Proyecto Jotun, cuyo objetivo es estudiar y controlar a un gigantesco troll en hibernación: el "Megatroll".
El despertar accidental de esa criatura desata una marcha destructiva hacia Trondheim y revela secretos enterrados durante siglos sobre el papel de Sant Olaf, la Iglesia y la verdadera masacre de los Jotuns.
Final explicado de “Troll 2”: el verdadero motivo detrás del ataque del Megatroll
La última parte de la película gira en torno al descubrimiento de un documento perdido de Sant Olaf. Durante siglos, la Iglesia transmitió la idea de que Olaf había ordenado exterminar a los Jotuns. Esa versión, usada para justificar persecuciones, estaba manipulada.
En Trondheim, Nora, Andreas y su equipo encuentran la tumba secreta de Olaf y la otra mitad del decreto. Allí se revela que:
Olaf "no ordenó matar a los Jotuns", sino repararlos dándoles un hogar seguro.
La Iglesia, temiendo perder poder, "asesinó a Olaf", arrancó y ocultó la parte del documento que defendía a los trolls.
El Megatroll viaja a Trondheim no para vengarse de Olaf, sino para destruir la ciudad que marcó el inicio de la masacre contra su especie.
La película resitúa así el conflicto: los Jotuns no son monstruos sin propósito, sino víctimas de siglos de fanatismo religioso y colonialismo.
El enfrentamiento final: el sacrificio de Andreas
Los intentos por detener al Megatroll se van agotando uno tras otro:
"Beautiful", hijo del rey troll, intenta comunicarse… pero el Megatroll lo aplasta sin piedad.
El ejército lanza misiles y granadas cargadas de "agua bendita", un arma que históricamente había funcionado contra los Jotuns. El ataque apenas consigue ralentizarlo.
Con Trondheim al borde del colapso, el grupo prepara un último plan: introducir en la boca del Megatroll un barril explosivo lleno de agua bendita y hacerlo detonar desde dentro.
Cuando el detonador se pierde en pleno vuelo, Andreas toma la decisión definitiva:
Se lanza con el barril directamente a la boca del Megatroll.
Detona el explosivo desde dentro, sacrificándose.
Beautiful remata al coloso arrancándole el corazón.
La muerte del Megatroll es total… y también la de Andreas.
¿Qué ocurre después?
El epílogo muestra Trondheim reconstruyéndose mientras el grupo se reúne en Steinbudalen junto al troll Beautiful. La ausencia de Andreas pesa, pero queda la sensación de que su sacrificio salvó miles de vidas.
Sin embargo, la lectura temática es ambigua:
El arma final vuelve a ser "agua bendita", símbolo del mismo fanatismo que exterminó a los Jotuns siglos atrás.
Nora, antes defensora de la convivencia, termina recurriendo a un método colonial —doloroso y violento— contra un pueblo históricamente oprimido.
La victoria, por tanto, no es tan limpia como parece.
La escena de mitad de créditos: ¿Troll 3 confirmado?
El plano extra tras los créditos abre la puerta de forma casi explícita a una tercera parte:
El profesor Moller ha conseguido "crear un troll artificial" usando tejido del Megatroll.
Se escucha a un militar extranjero (en inglés) sugiriendo un acuerdo para usarlo con fines estratégicos.
La implicación es clara: las potencias occidentales quieren convertir a los Jotuns en "armas biológicas".
Este giro adelanta un futuro aún más oscuro: la explotación militar de la especie y un conflicto global que podría superar con creces lo visto hasta ahora.
Conclusión de “Troll 2”
El final de "Troll 2" combina acción espectacular, tragedia y un comentario político más contundente que el de la primera película. Aunque la amenaza queda neutralizada, la manipulación, la venganza histórica y la ambición humana siguen latiendo. El cierre emocional funciona, pero la escena extra deja claro que la historia está lejos de terminar.