La película arranca como un drama burgués y termina deslizándose hacia un thriller psicológico claustrofóbico. No hay persecuciones ni giros efectistas… aquí el terror es otro: el miedo a que alguien conozca nuestro secreto más oscuro.
Hélène, esposa ejemplar y figura pública en ascenso gracias a la campaña política de su marido, comete un desliz que deriva en tragedia. Su amante muere repentinamente… y lo peor no es la muerte, sino la mirada de alguien que lo ha visto todo. Esa presencia se llama
Alice, y no quiere dinero. Quiere algo mucho más inquietante: entrar en la vida de Hélène.
Lo mejor de la película
- Una villana atípica: Alice no chantajea con euros, sino con afecto, con cercanía… y eso es mucho más perturbador.
- Buen pulso psicológico: no hay acción, pero sí una atmósfera cada vez más opresiva, casi hitchcockiana.
- Retrato social irónico: políticos que prometen arreglarlo todo… pero no ven lo que ocurre bajo su propio techo.
Lo que puede desesperar
- Algunos personajes toman decisiones poco creíbles (Hélène huye más que confiesa).
- El ritmo es lento: no es un thriller de sobresaltos, sino de silencios y miradas.
- Final amoral y abierto: no ofrece castigo, ni lección… solo incomodidad.
Entonces… ¿vale la pena?
Si buscas un
thriller tranquilo pero incómodo, con tensiones más internas que externas, "Tout contre elle" puede atraparte. No es brillante, pero sí inquietante.
Funciona especialmente bien si te interesan preguntas como:
“¿Hasta dónde puede llegar alguien con tal de proteger su vida perfecta?”
“¿Qué es peor: el perdón… o el control?”
No hay asesinos con cuchillos, ni giros de guion espectaculares. Lo que hay es algo más sutil:
una relación entre dos mujeres que va de la curiosidad… al envenenamiento emocional.
Veredicto final: ✔ Recomendable para amantes de suspense psicológico y dramas morales.
✖ No apta para quienes necesitan acción o justicia clara.
A veces, la peor amenaza no es quien te odia…
sino quien insiste en quererte.
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