El rumbo sombrío de la tercera temporada

El capítulo 7 de Invasion (Invasion, 2025) en Apple TV+ vuelve a situar a los protagonistas frente al misterio del Dead Zone. Lo que comienza como una misión rutinaria de Trevante, Mitsuki, Aneesha y Jamila hacia el WDC Outpost 17 pronto se convierte en una pesadilla de desconfianza, violencia interna y nuevas revelaciones alienígenas. La serie de Simon Kinberg sigue apostando por la tensión psicológica más que por la acción, aunque el ritmo irregular le resta fuerza.

El helicóptero que los transporta se queda sin combustible y se estrella junto al puesto avanzado, un recurso narrativo algo forzado que, sin embargo, los coloca de lleno en el escenario del horror: un recinto militar vacío y repleto de cadáveres.

El hallazgo en Outpost 17

El equipo descubre que los soldados del puesto no fueron víctimas directas de los alienígenas, sino de sí mismos: las grabaciones de un bodycam muestran cómo se atacaron entre ellos tras escuchar una extraña frecuencia. Mitsuki, obsesionada con descifrar la señal, reproduce el sonido y provoca que los propios militares presentes caigan en el mismo frenesí homicida. Solo bajando el volumen se calma la situación.

Este detalle deja dos certezas: los invasores han desarrollado un arma psíquica devastadora, y Mitsuki es inmune a ella, lo que despierta las sospechas de todos. ¿La científica se ha convertido en lo mismo que estudia?

La radio de Infinitas y el engaño de Joel

Mientras tanto, Joel —el prisionero de la facción Infinitas— siembra el desconcierto con mensajes crípticos sobre su tía Marilyn, que pretende salvar a los alienígenas. Jamila descubre que un explorador de Infinitas se esconde en el puesto comunicándose con el exterior. La persecución termina con la agente Carolann inmolándose en la Dead Zone y destruyendo el equipo de radio. De esta forma, los protagonistas quedan completamente incomunicados, un recurso que intensifica la sensación de encierro.

El plan imposible contra el hivemind

Nikhil y Aneesha trabajan en un arma experimental para destruir la conciencia colectiva alienígena. La idea es convertir munición especializada en un pulso electromagnético que ataque al núcleo de la nave nodriza como un virus cerebral. Este giro conecta con la línea de ciencia especulativa que ya exploraba La Llegada, aunque aquí se ejecuta con un tono más desesperado: se trata de matar al cerebro de la invasión a costa de todo.

Final explicado del episodio 7: Mitsuki frente a lo desconocido

El clímax llega con la decisión de Mitsuki. Señalada por los soldados como posible traidora, y decepcionada por la falta de apoyo de Nikhil, se adentra sola en la Dead Zone. La secuencia final la muestra enfrentándose a una criatura alienígena inédita: translúcida, brillante, con tentáculos que la hacen parecer un ser entre mamífero y espectro.

El episodio cierra con la pregunta abierta de si esta nueva especie representa una amenaza mayor o si, como aseguran los devotos de Infinitas, podría ser la clave para la convivencia. El contraste es brutal: mientras el grupo humano planea aniquilar el hivemind, Mitsuki contempla un ser que podría redefinir su relación con los invasores.

Reflexión final

El séptimo episodio de la tercera temporada confirma que Invasion no busca un simple enfrentamiento bélico, sino un duelo interior entre miedo y fascinación. Los humanos se destruyen entre sí al escuchar una frecuencia imposible, mientras una científica aislada se convierte en testigo del nacimiento de algo nuevo.

La serie insiste en que la mayor amenaza quizá no sean los alienígenas, sino lo que somos capaces de hacer bajo su sombra. Y, como si de un eco de La guerra de los mundos se tratara, el verdadero enemigo podría estar en nuestra incapacidad de reconocer lo desconocido sin destruirlo.

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