La serie colombiana de Netflix La Huésped (The Guest, 2025) cierra su primera temporada con un giro que deja más preguntas que respuestas. Lorenzo y Silvia habían decidido reconstruir su matrimonio tras años de secretos y terapia, pero la irrupción de Sonia, una mujer con un pasado turbulento y obsesivo, desata una espiral de violencia. La última escena, con la casa ardiendo y sin rastro del cuerpo de Sonia, abre la puerta a una segunda temporada llena de incertidumbre.

Sonia, entre las llamas y la obsesión

El gran interrogante es si Sonia murió en el incendio. Todo indica lo contrario: pese a las heridas, el humo y el golpe en la cabeza, consiguió escapar. La serie sugiere que su obsesión con Lorenzo y Silvia es tan fuerte que la convierte en una superviviente casi inverosímil.

Su motivación no es solo el amor enfermizo hacia Lorenzo, sino también un vacío emocional derivado de la muerte de su madre y de una vida marcada por internamientos psiquiátricos. El espectro imaginario de Libardo refuerza esa fijación, empujándola a la violencia.

Final explicado: la amenaza sigue viva

El desenlace deja claro que la aparente victoria de Lorenzo, Silvia e Isa es parcial. Sonia no solo sembró el caos, también el miedo permanente de volver a verla. El hecho de que no aparezca un cadáver equivale a una condena en suspenso para la familia.

La casa destruida se convierte en metáfora de su matrimonio: quemado, pero con posibilidades de reconstrucción. Y la sombra de Sonia, o Rocío —su verdadera identidad—, garantiza que la paz sea frágil.

Posibles giros en la temporada 2

Las hipótesis son variadas y, en un drama de este calibre, ninguna resulta descabellada. Sonia podría regresar con otra identidad tras una cirugía, un recurso que el género ya ha explorado en thrillers como Revenge. Esta vez sin Pepe, su hermano, estaría sola contra todos, lo que la haría más peligrosa y menos previsible.

• Sonia podría buscar venganza directa contra Lorenzo por la muerte de Pepe.
• Un salto temporal permitiría mostrar a Sonia más calculadora tras años de preparación.
• El uso de su “amigo imaginario” Libardo podría volverse aún más extremo, marcando una ruptura entre su realidad y la ficción mental.

Miguel y su verdad al descubierto

Otro frente abierto es el de Miguel, el hermano de Lorenzo. Su homosexualidad reprimida salió a la luz en un momento de tensión familiar, y es probable que eso lleve al divorcio con Juliana. Aunque dolorosa, esta separación sería un paso hacia la aceptación personal y hacia la construcción de una vida más honesta para ambos.

Es un arco paralelo al de Silvia, que en el final se asume como bisexual. Ambos personajes encarnan la lucha contra la represión de la identidad.

Isa y Juanjo, un límite difuso

El romance adolescente imposible entre Isa y su primo Juanjo añade otra capa incómoda. Si bien legalmente podría no ser un impedimento en Colombia, socialmente es un tabú. Lo más probable es que la serie explore un distanciamiento progresivo, con Isa centrada en superar sus adicciones y en recuperar la confianza en sí misma.

Aun así, la tensión entre ambos seguirá funcionando como dinamita dramática.

Lorenzo y Silvia: reconstrucción o ruina

La pareja se enfrenta a un dilema mayor: ¿cómo seguir adelante tras haber compartido la cama con la misma mujer? La revelación de Silvia sobre su bisexualidad y el perdón de Lorenzo sugieren que podrían intentar un matrimonio abierto, un experimento arriesgado que podría fortalecerlos… o abrir otra puerta para que Sonia se infiltre de nuevo.

En un thriller como este, lo íntimo es también lo más peligroso.

Cierre: cuando el huésped nunca se va

La primera temporada de La Huésped concluye recordando que no todas las intrusiones se apagan con fuego. Sonia logró lo que quería en parte: incluso ausente, sigue habitando en la mente de Lorenzo y Silvia.

Y la pregunta que queda en el aire es inevitable: ¿qué es más aterrador, el monstruo que golpea la puerta o el que ya vive en tu cabeza?

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