¿De qué va "Contacto Sangriento"?

“Contacto Sangriento” (Bloodsport, 1988), protagonizada por Jean-Claude Van Damme, es una de esas películas de acción que marcaron época. La historia sigue a Frank Dux, un capitán del ejército de EE.UU. que ha sido entrenado en ninjutsu por el maestro japonés Senzo Tanaka.

Después de la muerte del hijo de Tanaka, Frank se convierte en su discípulo y heredero de sus enseñanzas. Cuando se entera del Kumite, un torneo secreto y brutal de artes marciales que se celebra en Hong Kong, decide participar… aunque tenga que desertar del ejército para ello.

El camino de Dux hasta la final

Durante el torneo, Dux demuestra rápidamente que no ha viajado hasta allí para hacer turismo. Derrota a sus oponentes con una técnica impecable, se gana el respeto del público y la amistad de Ray Jackson, un tipo rudo pero leal. También conoce a Janice, una periodista estadounidense que intenta destapar el Kumite, y aunque él intenta mantenerse al margen, acaba involucrándose sentimentalmente con ella.

La cosa se pone seria cuando Ray, en un combate contra el campeón invicto Chong Li, resulta brutalmente herido. Dux, enfurecido y dolido, promete vengarlo y empieza a tomarse el torneo más en serio que nunca. Mientras tanto, dos agentes del ejército le pisan los talones intentando llevárselo de vuelta a casa por haberse ido sin permiso, pero él les da esquinazo una y otra vez.

Final explicado de "Contacto Sangriento": ¿Cómo derrota Dux a Chong Li?

En la gran final, Frank Dux se enfrenta al temido Chong Li, que ya ha demostrado que no tiene ningún reparo en matar a sus oponentes. Sabe que no podrá vencer a Dux en igualdad de condiciones, así que esconde una píldora de sal en su cinturón y, en mitad del combate, la aplasta y lanza el contenido a los ojos de Dux para dejarlo temporalmente ciego.

Aquí es donde todo el entrenamiento de Frank cobra sentido. Recordando las enseñanzas de su maestro, consigue calmarse, adaptarse a la oscuridad y luchar guiado por el oído y el instinto. Finalmente, logra someter a Chong Li y, en lugar de matarlo, le obliga a rendirse gritando “matté” (me rindo), humillándolo públicamente y ganándose el respeto de todos los presentes.

Un cierre con honor

Con el torneo terminado, Dux va al hospital a despedirse de Ray Jackson, que sigue convaleciente. También se despide de Janice, la periodista con la que ha compartido más que una historia de portada. Finalmente, cumple su palabra y regresa con los agentes militares, aunque lo hace como un hombre transformado: ha demostrado su valía no solo como luchador, sino como persona de honor.

Reflexión final

Contacto Sangriento no solo es una peli de tortas y puñetazos bien dados: es una historia de superación, lealtad y honor. Dux no lucha por dinero ni por fama, sino por respeto, por su maestro y por sí mismo. En una época en la que el cine de acción era puro músculo, esta película supo darle un corazón. Y por eso, tantos años después, sigue siendo un clásico imprescindible para cualquier fan del género.