Sitges día 2: Crítica a Confessions

PINIGOL: La película se compone de una serie de confesiones en torno a la muerte de la hija de una profesora (asesinada por dos de sus alumnos) y de varios personajes relacionados con ellos.

El principio de la película se convierte en un tedioso monólogo por parte de la profesora de unos 15-20 minutos, un hablar sin parar que aburre a cualquiera. Al terminar dicho monólogo se salta a otra "confesión" y la película va adquiriendo algo de ritmo, poco a poco va ganando interés y durante la trama hay muchos giros y supuestas "sorpresas". Digamos que se convierte en una venganza por parte de la maestra sobre los alumnos y viceversa.

La película es larga y en su mayor parte puede resultar aburrida. Lo único destacable es la fotografía.





JOTABE: Una película con dos partes bien diferenciadas. Si sobrevives a la primera hora de monólogo de una de los protagonistas, y no se te agotan los ojos mirando los subtítulos; o bien, si sabes japonés...en tal caso, podrás llegar a la segunda parte donde sí encontrarás acción. Se trata de un trabajo de introspección a la japonesa, de búsqueda de los límites de la culpa, con el cruce continuado de justificaciones, tragedias y personalidades complejas, a veces tan intrínsecas a una cultura tan alejada de la occidental, que corremos el riesgo de perdernos y, sobre todo, de aburrirnos.

Si esperamos inusitada violencia a la japonesa, nos podemos decepcionar algo; eso sí, es un terror más espiritual, de conceptos que nos revelan una sociedad un tanto agresiva y de reacciones inesperadas para la mentalidad europea... como casi todo el cine japonés, de alto riesgo, que puede empachar antes del comienzo de lo bueno que pueda tener.

No son los chicos del maíz, ni sacados de una película de Chicho Ibáñez Serrador, pero comprobar la crueldad salvaje exenta de remordimientos que puede adornar a unos niños de diez u once años, no por ser un tema ya algo trillado deja de impresionar. En fin, una película que se puede ver, siempre y cuando no tengas nada mejor que hacer, y sobretodo, que no tengas prisas...

Volver al Índice del Especial