Por fin tenemos en los cines la última entrega de Alice y compañía, Resident Evil: Ultratumba, la cuarta de esta franquicia que está convenciendo a productores, apostando por una nueva entrega y dotándola de la tecnología más puntera, la tan polémica 3D.

Pero dos semanas antes de su estreno, Abandomoviez pudo disfrutar de las bondades y sufrir las carencias de esta cinta en un exclusivo pase de prensa en Madrid, espectacular y sin precedentes en cuanto a tecnología se refiere: pase privado de la película, cocktail y posterior conexión en directo vía satélite con la actriz protagonista, Milla Jovovich, desde Los Angeles y con tecnología 3D. Sony España se lo ha currado y ha tirado la casa por la ventana. Sin más paso a contaros cómo fue.

Inicialmente la cita era en los Cines Proyecciones, habitual en este tipo de eventos, pero en el último momento fuimos derivados a un entorno más recogido, la nueva Sala Berlanga (Calle de Andrés Mellado 53, Madrid), una antigua Sala X rehabilitada como cine comercial, con un aforo de 250 espectadores. Ya en las cercanías del cine se respiraba un ambiente especial, según el tipo de gente que caminaba por ella. Frente al cine, pequeño a la vez que moderno, figuraba una furgoneta con una gran antena parabólica y una cola con frikis de medios como éste y becarias con ganas de hacer un buen trabajo periodístico.

Pero os preguntaréis: si de esto hace dos semanas, ¿por qué os lo contamos ahora?. Sencillo: todos los medios rellenamos un formulario de confidencialidad comprometiéndonos a no abrir la boca hasta que la película no fuera estrenada simultaneamente en EEUU y España. Mientras nos comprometíamos a mantener la boca cerrada hasta el día del estreno, Milla nos observaba desde los carteles que empapelaban cada hueco de las paredes del cine.

Ya dentro se respiraba que la organización no había dejado nada al azar, como no podía ser de otra manera tratándose de la Sony. En la entrada, tras pedirnos nombre y medio (costó pero al final nos encontraron) unas chicas muy guapas y simpáticas, aunque con problemas nutricionales, nos requisaron móviles y cámaras a cambio de unos tickets que en ese momento pasaron a valer unos cientos de Euros. Dos pasos más y nos registraron los bolsos y pasaron el detector de metales, cogimos las gafas y a la sala. Milla vigilaba por todos lados.

Tras una orgullosa presentación por parte de los trajeados señores de Sony, contándonos las bondades del cine 3D y la “espectacular” conexión vía satélite al final del film con la protagonista, dieron paso a la proyección de la película, de la que no voy a comentar más que estéis atentos al principio, ya que es lo mejor que tiene el film. Quizá fuera nuestra posición en la sala, en una cercana (y envidiable para una sala tan pequeña) tercera fila, pero tuve un problema con los elementos que figuraban más cerca: se distinguía la duplicidad de la imagen, lo cual no me permitió disfrutar completamente de un 3D realmente bien explotado. Pero como he dicho supongo que era un problema de distancia y no de calibración. Por cierto, 3D de Avatar, no sucedáneos. Respecto a la película, no va a decepcionar a quien espere ver a nuestra infectada favorita repartiendo mamporros y haciendo piruetas imposibles para cualquier ser humano. A quien no le gusten las anteriores entregas, mejor que ni lo intente. Así como se comentaba de la tercera entrega que era una vuelta al estilo de la primera, esta se acerca más a la segunda, siendo la más espectacular y excesiva de la saga, por el momento. Cabe mencionar además la aparición en esta entrega del preso más famoso de la pequeña pantalla, Wentworth Miller, más conocido como Michael Scofield, cuya aparición en Ultratumba augura un mayor protagonismo en futuras entregas que, seguro, habrá de esta franquicia.

Al terminar la película tuvimos que esperar unos veinte minutos en la sala por un error en el cálculo de tiempo ya que, debido el desfase horario entre Los Ángeles y Madrid, la conexión estaba prevista a una hora determinada y no podíamos hacer esperar a nuestra Alice (por lo que el cocktail se pospuso hasta después de la entrevista). Con lo que no contaron es con que si no salíamos de la sala, los medios no podríamos disponer de nuestras cámaras, pero este audaz reportero se escaqueó a por su equipo para poderos traer en exclusiva material de la entrevista en 3D vía satélite. Por cierto, conexión única en el mundo aparte de la realizada en L.A. (donde se han tenido que trasladar los medios del resto de los países) y primera en la historia en conectar ambos continentes. Pero lo más atractivo no era sólo asistir a una conexión vía satélite, sino la persona que nos saludaría en tres dimensiones momentos después desde una pantalla de 4 metros: nada más y nada menos que la señorita Milla Jovovich, ¿qué más se puede pedir?

Milla desbordó simpatía, a parte de estar más guapa en persona que en la última entrega del film. La sensación que dio es la de ser una profesional en toda regla. Durante toda la conexión de 30 minutos estuvo amortizando el invento de las 3D jugando con las manos, a ratos mirando a cámara como una modelo y constantemente riéndose e interactuando con nosotros, enrollándose en cada respuesta y charlando alegremente a pesar del retardo y la obligada traducción que hacían tan difícil el diálogo transoceánico. Lamentablemente los compañeros de los otros medios en general no fueron muy elegantes y, pese a las advertencias previas de los organizadores, realizaban tres o cuatro preguntas encadenadas cada uno, con lo que no todos los que quisimos hablar con la actriz pudimos hacerlo. Milla habló de las dificultades de rodar con la nueva tecnología, haciendo que se llevara algún que otro puñetazo durante el rodaje (recordemos que ahora los puños SI que tienen que pasar cerca de la cara) y de la intensa preparación mental y sobre todo física que conlleva rodar una película de acción. Respondió con corrección a la repetida pregunta formulada por diferentes medios que fantaseaban incluyéndola en una versión femenina de Los Mercenarios, "¡Encantada!", y a la pregunta obligada de "¿no temes encasillarte?", Milla, siempre con una sonrisa, les cerró la boca citando su aparición en variados títulos de corte más intimista, de diversa índole y alejados del cine de acción, e incluso nos habló sin tapujos de su vida marital con el director, guionista y productor Paul W.S. Anderson. Llegó incluso a marcarse unas sevillanas al ser preguntada por su compañero de reparto, el español Sergio Peris-Mencheta, al cuál alabó profesional y personalmente. Cuando se despidió y dieron paso a las preguntas técnicas con el responsable de Sony, éste se quedó sólo en la sala (el cocktail ya se había hecho esperar demasiado…).

Como cotilleo os cuento del catering que no se puede decir que sirvieran unas raciones abundantes pero hay que reconocer que los pinchos que pasaban no estaban mal, brochetas de gambas y mini-sandwiches variados, y los vinos estaban realmente buenos. Bastante buen ambiente ya que la mayoría del público era joven y con ganas de pillar una cerveza con la que analizar los agujeros del guión y, aunque enseguida dejaron de pasar bandejas quedó mucha gente durante bastante rato. Como punto negativo nos quedamos sin camisetas de la película, debían tener tres contadas, algo incomprensible cuando han hecho semejante esfuerzo en presentarnos la película.

Aquí también pudimos comprobar la tecnología del hogar del futuro, una televisión con tecnología 3D para usar con las gafas que incluso dejaban en mal lugar a la película que acabábamos de ver. Algo realmente impresionante ya sea reproduciendo un documental de naturaleza, un concierto o un videojuego en primera persona. El futuro promete, al menos cuando el futuro sea asequible al bolsillo.
En definitiva, un pase ameno para una película entretenida sin matar, en el que los productores han echado los restos técnicamente al traernos a España del modo más fiel e impactante posible a nuesta mata-zombies favorita, Milla "Alice" Jovovich.