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Día 2

Lunes 10 de septiembre 2018

Hoy es un día de relax, con únicamente 3 proyecciones que me permitirán disfrutar del sol (al fin y al cabo estoy en un pueblo costero y, aunque no voy a ir a la playa, un buen paseo por la costa no me lo quita nadie) y el buen cine. Como las actividades empiezan casi todos los días por la tarde, puedo usar la mañana para ordenar y terminar las notas del día anterior. En el centro cultural Padre Manuel se proyectan 3 películas:”Indiana Jones y el Arca Perdida” a las 17:00,“Frankenstein” a las 19:00 y “Drácula de Denise Castro” a las 21:00.

Hoy comienza el ciclo de Indiana Jones y continuará en los próximos 3 días a la misma hora. ¿Qué puedo decir de esta película? Es una de las más familiares y emocionantes películas y una de las mejores (para mí) de Spielberg. Verla en pantalla grande tantos años después, sinceramente, no tiene precio. La música, la acción, los alemanes derritiéndose…todo se realza en una sala de cine.

Indiana Jones en busca del arca perdida

El Doctor Frankenstein

Drácula de Denise Castro

La siguiente película es otro clásico, el Frankenstein de 1931, que dio origen a más de 100 películas (de todos los géneros) sobre el personaje y su leyenda. Otro clásico que merece ser visto en un cine.

El colofón al día de hoy lo pone “Drácula de Denise Castro”(2018). A ver por dónde empiezo con esta película… Para empezar, incluir en el título de una película tu nombre me parece pretencioso. Además en este caso concreto, puede engañar, porque todo el mundo tiene en la memoria el “Dracula de Bram Stoker” de F. F. Coppola. Con este antecedente, cuando oyes “Dracula de Denise Castro” esperas un homenaje al personaje y a la obra de Coppola, hecho con cariño y respeto. Nada más lejos de la realidad. Intenta copiar la atmósfera de pelis low cost como “El Proyecto de la Bruja de Blair” o “Paranormal Activity” con el estilo cámara en mano, pero hay demasiadas cosas que chirrían en esta producción y fracasa, en mi opinión, estrepitosamente.



Empezaré por lo básico. La trama cuenta como una directora obsesionada con Drácula viaja a Transilvania con dos actores y un cámara para rodar una película allí. Hasta ahí bien, aceptable. Lo que falla (y mucho) es el desarrollo de esa idea. Las actuaciones son fundamentales para que el espectador se meta en la película, pero aquí las actuaciones (en mi caso) consiguieron lo contrario. No te crees a ningún personaje y la mezcla de “seriedad” y cachondeo (comentarios fuera de tono) a la cámara te confundes hasta que prácticamente desconectas del todo. Para más inri, al final la directora da la impresión de que ni es directora ni nada. Sólo dura 1 hora, pero se me hizo larguísima.

Lo bueno: una escena al final de la película, homenaje a una peli famosa de terror.

Lo malo: actuaciones inverosímiles y efectos especiales hechos por niños.

Así acaba mi día de hoy. ¡Mañana más!


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