Aunque Jason, Freddy, Michael o Leatherface siguen siendo los tótems del género, la realidad es que en los últimos veinte años ha nacido una camada nueva de asesinos que han revitalizado el slasher. Algunos salidos de películas pequeñas que se volvieron virales, otros nacidos ya con aspiración de franquicia, y unos cuantos que han sabido colarse en la cultura popular sin hacer ruido… hasta que te das la vuelta y los tienes detrás.

Aquí van los 7 villanos modernos más famosos del slasher, los que más ruido han hecho, más fans arrastran y más cadáveres han ido dejando en su camino.

The Creeper – Jeepers Creepers (2001–)

The Creeper es uno de los monstruos modernos con más personalidad (y maldad) del género. Aparece cada 23 primaveras para alimentarse, regenerar su cuerpo y dejar un reguero de cadáveres allá por donde pasa. Su mezcla de criatura ancestral, cazador casi mitológico y depredador inteligente lo hace terriblemente imprevisible. Puede oler el miedo, literalmente.

A lo largo de la saga, lo hemos visto planear ataques como si fueran trampas de caza mayor. Su camión oxidado se ha convertido ya en icono del terror de los 2000, y su sonrisa de dientes irregulares sigue siendo de las más perturbadoras del género. Aunque las películas son irregulares, el personaje es tan potente que se ha ganado un hueco entre los grandes monstruos contemporáneos.

The Collector – The Collector & The Collection

Si hay un villano al que jamás querrías encontrarte en casa, ese es The Collector. A diferencia de otros asesinos del género, este no aparece por rabia, sed de venganza o motivos “personales”. Él opera como un artista del dolor: observa, selecciona a su próxima presa y transforma su hogar en una auténtica trampa mortal llena de mecanismos imposibles. Un arquitecto del sufrimiento, vaya.

Lo que da más miedo de este personaje es su precisión. Es metódico, silencioso y casi quirúrgico. Podría marcharse sin que nadie lo detectara, pero elige quedarse y jugar. Sus trampas están tan elaboradas que a veces parecen sacadas de un manual de ingeniería criminal. En un género saturado de rostros enmascarados, The Collector destaca por su estilo propio: elegante, retorcido y, sobre todo, implacable.

The Grabber – Black Phone (2022) & – Black Phone 2 (2025)

Ethan Hawke, máscara segmentada, niños desaparecidos… y una presencia casi teatral. The Grabber no necesitó saga para hacerse un hueco: una sola película le bastó para volverse uno de los villanos más inquietantes de la década.

Es frío, imprevisible y tiene un aura desagradable que recuerda a los clásicos sin imitarlos. Parte del mérito lo tiene la máscara, que ya es icono. Lo otro es esa sensación de que nunca sabes si va a hablar, reír, o partirte en dos. Y sí, todos salimos del cine pensando lo mismo: para haber salido de un relato corto, da miedo de sobra.

Jigsaw – Saw (2004–)

Jigsaw no es un asesino al uso; de hecho, él insiste en que jamás ha matado a nadie… y, bueno, técnicamente es cierto, pero ya sabes: dejar a alguien encerrado en una sala llena de cuchillas y con un temporizador no es precisamente ofrecerle un café. Lo más inquietante de John Kramer es su frialdad. No actúa por impulsos ni por rabia: él cree de verdad que está “ayudando” a la gente a valorar su vida obligándoles a pasar por situaciones extremas que rozan lo inhumano.

Lo que distingue a Jigsaw de otros villanos modernos es esa mezcla tan rara de calma absoluta y brutalidad milimétrica. Todo está planeado, nada es casual. Sus trampas parecen sacadas del cuaderno de alguien que ha aprobado ingeniería… y psicología oscura. Aunque la saga ha tenido altibajos, el personaje se ha mantenido fuerte porque su filosofía enferma es demasiado atractiva para el público. Es un villano que te obliga a pensar, incluso cuando preferirías no hacerlo.

Pearl – X (2022) y Pearl (2022)

Quién iba a decir que uno de los slasher modernos más importantes sería una anciana con delirios de fama. Pearl funciona precisamente por eso: es retorcida, teatral y tiene un trasfondo muy humano que la hace incluso más incómoda. De hecho, su popularidad llegó realmente con la precuela, donde Mia Goth creó un personaje que se te queda metido en la cabeza durante semanas.

Pearl es ya un icono por su estética, su motivación y ese monólogo larguísimo que debería venir con advertencias.

M3GAN – M3GAN (2022)

La muñeca con IA que baila. Lo que parecía un meme terminó siendo una de las creaciones más inteligentes del terror moderno. M3GAN mezcla slasher con sci-fi, comedia negra y crítica social, pero sobre todo ofrece un villano (o villana) con personalidad propia.

Es fría cuando quiere, infantil cuando le interesa, y tiene esa mirada de robot psicópata que parece decir: “solo te mato porque el algoritmo lo considera óptimo”. No es exagerado decir que es el mayor icono de terror mainstream desde Pennywise 2017.

Art the Clown – Terrifier (2016-2024)

Probablemente el villano moderno más reconocible del gore extremo. Art the Clown ha pasado de ser un personaje de cortos a icono absoluto del terror independiente. No habla, se ríe a su manera y tiene un estilo de tortura que roza lo insoportable.

Su éxito no viene solo del morbo, sino de ser un slasher “de los de antes” pero con estética muy actual. Terrifier 2 y 3 reventó cines y Art se ha consolidado como el heredero más claro de los grandes asesinos de los 80. Si ves una fiesta de Halloween, seguro que uno va vestido de él.