El regreso de Jalmari Helander al universo de “Sisu” ha convencido a la crítica internacional. Con “Sisu 2: Camino a la Venganza”, el director vuelve a poner en el centro al indestructible Aatami Korpi (Jorma Tommila), en una secuela aún más sangrienta, salvaje y con un marcado tono de humor negro que muchos ya comparan con el frenesí de Mad Max o incluso con la comedia slapstick más grotesca.

Más grande, más sangrienta, más desatada

Brian Tallerico (RogerEbert.com) asegura que la película “hace lo que debe hacer una secuela de acción: construir sobre lo anterior en lugar de repetirlo”, mientras que Rocco T. Thompson (Slant Magazine) describe gran parte del metraje como “un sangriento filme mudo” en el que Aatami liquida soldados con coreografías tan creativas como divertidas.

Acción al estilo Mad Max

Para Meagan Navarro (Bloody Disgusting), Helander “canaliza a George Miller en un road thriller que da un gran y sangriento corte de mangas a la realidad”, mientras que Kate Sánchez (But Why Tho?) subraya que cada set piece “arrancó aplausos de la audiencia”. En la misma línea, Matt Donato (IGN) lo define como “una mezcla de Mad Max: Fury Road con un Fast & Furious de posguerra”.

Un héroe en busca de hogar

Más allá del espectáculo, varios críticos destacan la dimensión emocional del relato. Chris Tilly (Dexerto) señala que el viaje de Aatami transmite “un poderoso mensaje sobre la futilidad de la guerra”, mientras que Bradley Gibson (Film Threat) lo describe como una metáfora sangrienta de cómo la violencia puede ser también redentora. Incluso Richard Whittaker (Austin Chronicle) lo equipara a un “Wile E. Coyote nórdico” por la creatividad absurda con la que el protagonista despacha a sus enemigos.



En definitiva, “Sisu 2: Camino a la Venganza” se consolida como una secuela más espectacular, cómica y brutal que la primera entrega, capaz de equilibrar el exceso de acción con una historia de venganza íntima y personal.

“Sisu 2: Road to Revenge” llegará a los cines el 21 de noviembre de 2025.