- 14 de Agosto del 2025
- 15 comentarios
- Películas
Bienvenidos, engendros del séptimo arte, soy Skullboo y hoy me he embarcado en "Dangerous Animals", una aventura australiana donde los tiburones a veces muerden… y el psicópata de turno directamente te mastica el alma.
El capitán de esta jodida travesía es Jai Courtney, que por fin ha dejado de ser el mueble de IKEA de Hollywood para convertirse en un Fran de la Jungla poseído por Satán y con síndrome de documentalista tarado. Su método de “proteger la fauna marina” haría vomitar a Greenpeace: si eres turista y te cruzas con él, acabas como pienso premium para tiburones y recuerdo macabro para su colección privada. Vamos, que a este tío lo invitas a cenar y terminas tú en el plato.
Más buena que el sol de Australia (y casi igual de peligrosa)
En el otro lado de la jaula está
Hassie Harrison como Zephyr, surfista y trotamundos que pensaba que iba a ligar en la playa y termina haciendo un máster exprés en “
cómo no acabar como sushi humano”. Su odisea es escapar de un barco que huele a cadáver fermentado y a pescado podrido… y no sé qué es peor.
Serie B, pero de la que se disfruta con cerveza
Sean Byrne pilota la cinta con buen pulso, regalándonos planos cojonudos, tensión constante y momentos de carnicería que harían sonreír a un carnicero rumano. El guion, eso sí, tiene más agujeros que la red de pescar de un yonqui: personajes que desaprovechan las oportunidades como si les pagaran por ser idiotas, tiburones que parecen tener convenio laboral y casualidades que ni en un capítulo barato de
Los vigilantes de la playa.
No nos engañemos: esto no es "
Tiburón" ni "
Henry: Retrato de un asesino". Es serie B de la buena: sol, sangre, salitre y violencia creativa servida en bandeja. Un cóctel para ver con cerveza fría y palomitas, siempre que no te importe ver más tripas que en una matanza de cerdo.
7 calaveras de 10, no cambiará tu vida pero se disfruta
“
Dangerous Animals” es como ese pescaíto frito de chiringuito que está de muerte, aunque te lo sirvan en un plato grasiento y con una gamba que todavía te mira. No te cambiará la vida, pero te lo tragas con gusto. Eso sí, aquí el plato del día podrías ser tú… y sin ensalada.
Por Skullboo para abandomoviez
en formato satírico
¡Tómeselo con humor!
Wurzum
#1
Muy harto de tiburones.
Reportar Citar