Netflix continúa explorando géneros híbridos con “Ziam”, una película tailandesa de acción y terror que mezcla artes marciales con apocalipsis zombi. Dirigida por Kulp Kaljareuk, la cinta presenta a un héroe solitario que se abre paso a golpes por un hospital plagado de infectados. ¿Suena a “The Raid” con no-muertos? Esa es la intención. Pero no todos los críticos están convencidos.
Un cruce delirante entre géneros con resultados desiguales
Para Paste Magazine, la película encuentra un rincón entretenido entre la lucha cuerpo a cuerpo y el cine de muertos vivientes: “La idea de resolver una plaga zombi a base de patadas y puñetazos es tan absurda como divertida. Pero Ziam no alcanza el nivel de clásicos como Ong-Bak o Train to Busan”.
Jonathon Wilson (Ready Steady Cut) apunta directamente a sus limitaciones: “La acción es decente, pero no lo suficiente como para tapar lo endeble del resto”.
Y Casey’s Movie Mania lamenta su falta de personalidad: “Con cinco guionistas y una premisa prometedora, uno espera algo más que una sucesión de combates repetitivos”.
Acción contundente, aunque sin sorpresa
No obstante, varios medios coinciden en que “Ziam” cumple como propuesta de acción palomitera. Screen Rant la resume así: “No reinventa nada, pero ofrece sangre, vísceras y coreografías Muay Thai que entran bien en una noche de verano”.
Mark Prin Suparat, protagonista absoluto del film, destaca por su pericia física más que por su expresividad. Movies and Munchies lo describe como “una máquina de repartir golpes que no necesita saber qué está pasando para entrar en acción”.
En esa línea, But Why Tho? valora el diseño de las criaturas: “Cuando llega el tercer acto, los zombis evolucionan hacia algo realmente grotesco y único. No son los de siempre”.
Crítica social de fondo… pero poco desarrollada
La historia se ambienta en una Tailandia distópica golpeada por la escasez alimentaria y un gobierno autoritario. El virus que origina la plaga proviene de pescado contaminado importado por un magnate que busca curar a su esposa. La metáfora de la desigualdad social está ahí, pero apenas se explora.
Gavia Baker-Whitelaw (Inverse) lo expresa con ironía: “Siempre habrá público para ver a un tipo molón pateando zombis. Y Kaljareuk sabe cómo mantenerlo entretenido”.
Sin embargo, Russ Simmons advierte: “Ziam arranca con fuerza, pero nunca logra que nos importe lo que está en juego. La emoción es tan superficial como los personajes”.
¿Futura saga de culto o serie B con ambiciones?
Con 95 minutos de duración y un clímax que sugiere secuela, “Ziam” no aspira a revolucionar el género, pero sí a dejar su huella entre los amantes del gore y las patadas voladoras. Un cóctel de referencias que va de Snowpiercer a The Raid, pasando por Resident Evil, sin llegar a igualar ninguna.
¿Es suficiente con ver a un luchador tailandés reventando cabezas a cámara lenta? Para algunos, sí. Para otros, es otra oportunidad desaprovechada. Lo que está claro es que, entre zombis y codazos, Ziam ya ha abierto debate.
wiman dijo: Mala con avaricia.
Y lo peor, un niño ostiable desde su primera aparición.
Olvidable.
con lo del niño ostiable me has quitado totalmente sin ganas de verla
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soy leyenda
#5
Carlos Teorético dijo: Entretenida, pero bastante mala.
Historia vista miles de veces, actuaciones poco creíbles, los zombies y sus caracterizaciones no son muy buenas, y así podría continuar.
Lo único rescatable serían las coreografías de acción del protagonistas.
Terrible copia a The Raid con zombie pero mal copiada...terrible hasta las coreografías de las peleas---un sin sentido que te da pereza ver las peleas .y lo que ocurre durante la pelicula te vale un zacatal de m....
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Carlos Teorético
#6
soy leyenda dijo:
Terrible copia a The Raid con zombie pero mal copiada...terrible hasta las coreografías de las peleas---un sin sentido que te da pereza ver las peleas .y lo que ocurre durante la pelicula te vale un zacatal de m....
Sí, algo así.
Incluso, ahora que lo pienso el final es muy “Army of the Dead“.
wiman
#1
Mala con avaricia.
Reportar CitarY lo peor, un niño ostiable desde su primera aparición.
Olvidable.