La nueva versión de "El Misterio de Salem’s Lot" tenía la difícil misión de traer de vuelta el clásico de Stephen King, pero con una energía renovada. Sin embargo, a pesar de contar con un equipo sólido y algunas secuencias realmente logradas, la película termina siendo un reflejo pálido de su potencial. Dirigida por Gary Dauberman, guionista de las exitosas entregas de "It", este remake es como un vampiro bien vestido: se ve bien, pero le falta vida.
La trama sigue al escritor Ben Mears (interpretado por Lewis Pullman), quien regresa a la pequeña localidad de Jerusalem’s Lot para enfrentar sus traumas del pasado y, de paso, encontrar inspiración para su próximo libro. Sin embargo, descubre que la oscura mansión Marsten, que dominaba el horizonte de su niñez, está ahora habitada por algo mucho más aterrador que sus recuerdos: un vampiro ancestral llamado Kurt Barlow, traído desde Europa por su enigmático sirviente Richard Straker (Pilou Asbæk). Pronto, el pueblo se convierte en un campo de batalla entre la humanidad y el vampirismo, y Ben se alía con un variopinto grupo de lugareños para intentar salvar lo que queda de su hogar.
Hasta aquí, todo suena como la clásica historia de King, y visualmente, la cinta cumple con creces. La atmósfera gótica de Salem’s Lot está bien representada: las nieblas se arremolinan en las calles desiertas, y las siluetas de los vampiros acechando desde las sombras realmente logran transmitir escalofríos. Dauberman claramente tiene buen ojo para las imágenes de terror, y cuando la película se sumerge en lo macabro, logra evocar la sensación de estar atrapado en una pesadilla.
El problema es que esa pesadilla dura poco. "El Misterio de Salem’s Lot" parece apresurado y más preocupado por llegar a la próxima gran escena que por construir verdaderamente la tensión. Los personajes se presentan rápidamente, y aunque actores como Bill Camp (como el profesor Matt Burke) logran dotar a sus papeles de cierta profundidad, la mayoría del elenco parece atrapado en un guion que no les da tiempo para desarrollarse. Esto no es tanto un “quién será el próximo en morir”, sino más bien un desfile de figuras que apenas nos importan. Y cuando llegan los momentos más climáticos, la falta de inversión en los personajes se siente como una estaca directa al corazón de la película.
Una de las mayores fortalezas de la historia original de King era cómo el vampirismo se convertía en una metáfora del deterioro social de un pequeño pueblo atrapado en el tiempo. Aquí, esa temática se menciona de pasada, como si se tratara de una nota al pie. La película coquetea con la idea de explorar el declive de las comunidades rurales y el miedo a lo desconocido, pero luego abandona ese enfoque en favor de peleas con vampiros y efectos especiales. A medida que la historia avanza, se nota la urgencia por meter en apenas dos horas lo que quizás hubiera necesitado una miniserie para desarrollarse correctamente.
Dicho esto, no todo es negativo. Cuando la película decide entregarse por completo al horror, lo hace con gusto. Hay momentos que evocan la estética de los clásicos de la Hammer Films: vampiros que flotan en el aire, ojos brillando en la oscuridad y cruces que resplandecen como faros en la noche. Sin embargo, estos destellos de brillantez se ven empañados por un guion que parece no saber si quiere ser un thriller psicológico o un espectáculo de terror de fin de semana.
Cuando de una novela de Stephen King lo mejor que puedes sacar es una película insulsa, con personajes que te dan igual, con escenas conseguidas pero sin tensión ante la falta de desarrollo de los personajes, ya no secundarios, sino los mismos protagonistas. Es entretenida, si, pero vacía de sentimientos. La miniserie del 79 era muy difícil de superar, pero podrían haber sacado otra miniserie de 4 o 5 horas y aprovechar mucho más los medios con los que contaban, porque la ambientación, los decorados y los efectos no están nada mal. Lástima...
Reportar CitarMe gusta mas la del 79, en algunos casos con sobre actuación y algún pequeño fallo, el primero que he visto ha sido cuando Ben Mears (Bill Pullman) habla con con el sheriff y continua la marcha se ve un repetidor enorme, en los años en los que esta ambientada la peli no creo que existieran ese tipo de repetidor.
Reportar CitarEs una peli entretenida, condensa bastante bien las estaciones y pasajes importantes de la novela... Pero con 15 minutos mas se habría salvado de ser machacada... Y es que obviamente tiene un problema de continuidad narrativa: faltan secuencias y planos, y eso no se perdona cuando todos tenemos un mínimo concepto del lenguaje audiovisual... Y de ahí que se caiga en topicazos, fallos de elipsis, y un guión que cae en cosas que tenemos que dar por sentadas y que no tienen un desarrollo previo para llegar a la conclusión de “son vampiros“... De repente Mark Petrie sabe que tiene que matar a Barlow y Striker sin que sepa nada de ellos, el profe invita al chico enterrador a dormir en su casa (si fuera por otro tipo de motivo estaría incluso hasta justificado eso de llevarte a un jovencito a casa)... En fin... De modo que o el montador estaba fumado en la mesa de montaje o simplemente no se grabaron las partes que faltan y que la completarían...
Pero hay que verla para opinar pues es entretenida tanto para quien no sabe de la historia e incluso a quienes ya la conocemos por las mini series anteriores o por el libro pues nos aportan detalles visuales muy buenos y un tercer acto alternativo muy interesante a la premisa original.... Considero que la película es atropellada en hora y cuarto y que la última media hora es mas reposada y mejor rematada...
Fin de semana del 22 al 24 de Agosto
![]() | 1ºWeapons574.844€ |
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terrormaniaco
#1
Buena chorprecha. Habrá que verla igualmente está noche bajo una manta y mientras bebo una copa de sangre de virgen
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