"Juega o Muere" es una película de terror que pretende combinar posesión demoníaca y juegos infantiles mortales en un escenario que ya de por sí grita “terror”: Salem. Sin embargo, lo que podría haber sido una interesante mezcla de mitología y horror adolescente, termina siendo una cinta predecible, desaprovechada y carente de verdadera tensión.
La trama sigue a los hermanos Marcus (Asa Butterfield), Billie (Natalia Dyer) y Jo (Benjamin Evan Ainsworth), quienes, tras descubrir una daga maldita, son arrastrados a una serie de juegos donde perder significa morir. Aunque esta premisa suena intrigante en papel, en la ejecución pierde fuerza rápidamente. Los juegos, que deberían ser el centro del terror, apenas logran asustar, y el suspense se diluye entre situaciones predecibles y clichés demasiado familiares para los fanáticos del género.
Uno de los mayores puntos fuertes de la película es Asa Butterfield, quien claramente se divierte interpretando a un Marcus poseído por un demonio. Su actuación aporta algo de intensidad a una película que de otro modo se sentiría plana. Sin embargo, ni siquiera su energía logra salvar a la cinta de su guion torpe y una dirección que parece más interesada en llegar al final lo antes posible que en construir una atmósfera escalofriante.
La película es corta, y eso normalmente sería una ventaja en un género que tiende a alargar las historias sin necesidad. Pero aquí, la rapidez de la trama juega en su contra. En lugar de aprovechar el tiempo para desarrollar la tensión o dar más profundidad a los personajes, Juega o Muere se lanza de lleno a sus escenas de acción sin permitirse respirar. Los momentos que deberían generar miedo o incomodidad se sienten apresurados, y los juegos mortales, que deberían ser lo más destacado, carecen de creatividad o impacto real.
El uso del contexto de Salem y sus brujerías, algo que podría haber sido una mina de oro de terror, se queda en una vaga referencia histórica que apenas influye en la trama. La película depende de flashbacks y explicaciones forzadas sobre el origen de la maldición, lo que mata cualquier misterio o intriga que podría haber potenciado el terror. Y cuando se llega al clímax, ya es demasiado tarde para rescatar la historia de su propio letargo.
Visualmente, la película tiene momentos decentes, pero nada que realmente te deje boquiabierto. Algunas secuencias de los juegos logran entretener, pero ni el CGI ni las escenas de acción destacan lo suficiente como para justificar una experiencia cinematográfica memorable.
En resumen, "Juega o Muere" es una película de terror que parece tener prisa por terminar antes de haber comenzado. No logra ser ni suficientemente aterradora ni lo suficientemente interesante para destacar en un género saturado de propuestas similares. Asa Butterfield hace lo mejor que puede con lo que tiene, pero la falta de originalidad y la ejecución apresurada hacen que esta cinta sea un juego que se pierde antes de empezar.
mycunga
#1
Vamos, un bodrio
Reportar Citarno tenía ninguna intención de ir a verla, laaverdad