En la era digital, comprar películas en plataformas como Amazon Prime, Apple TV y similares parece ser el futuro del entretenimiento. Sin embargo, muchos usuarios desconocen un detalle crucial: estas "compras" no son lo que parecen.
Cuando adquieres una película en estas plataformas, en realidad estás comprando una licencia de uso limitado. Esto significa que no eres propietario del contenido en sí, sino que tienes permiso para acceder a él bajo ciertas condiciones establecidas por la compañía.
Estas plataformas incluyen en sus términos y condiciones cláusulas que especifican que el contenido puede ser retirado en cualquier momento. Por ejemplo, si los derechos de distribución de una película cambian, la plataforma puede eliminarla de su catálogo, y por ende, de tu biblioteca digital, incluso si ya la habías "comprado".
Además de las condiciones generales de las compras digitales, existen casos reales de descontento por parte de los consumidores. Por ejemplo, un cliente en California demandó a Amazon por la falta de transparencia en sus términos de servicio. Este cliente alegó que las películas y series compradas en la plataforma pueden ser retiradas a discreción de la plataforma, lo cual contradice la percepción de una compra sin límites que se publicita.
Amazon se defendió señalando que, según sus términos, el contenido digital comprado puede desaparecer de la biblioteca del usuario en cualquier momento debido a restricciones de licencia o cambios similares. Ellos explican que "El Contenido Digital Comprado seguirá estando disponible para su descarga o reproducción en streaming desde el Servicio, según corresponda, pero podría dejar de estarlo debido a posibles restricciones de licencia del proveedor de contenidos o por otras razones y Amazon no será responsable frente a los usuarios por Contenido Digital Comprado que deje de estar disponible".
Estos casos subrayan la importancia de comprender las condiciones bajo las cuales se adquieren las películas en plataformas digitales y la naturaleza efímera de dichas adquisiciones.
En resumen, aunque la comodidad de comprar películas digitales es indiscutible, los usuarios deben estar conscientes de que no adquieren una propiedad permanente del contenido, sino un acceso condicional. Este conocimiento es esencial para tomar decisiones informadas sobre dónde y cómo invertir en entretenimiento digital.
Entonces el término “compra“ está mal utilizado y podría dar lugar a infinidad de recursos ante tribunales. La compraventa implica un traslado del derecho de dominio de un bien, es decir que al pagar por él, te conviertes en señor y dueño del mismo. Lo que están haciendo estas compañías no es una compraventa sino un “alquiler o préstamo de uso“, salvo que exista alguna cláusula donde se reserven el pacto de retroventa, cosa que no me extrañaría considerando los acuerdos de servicio leoninos e interminables que generalmente te hacen leer de afán cuando compras una suscripción.
Reportar CitarNos colaron y bien con el tema de las plataformas digitales, pagas un pastizal al año por tener acceso a películas y series que poseen un tiempo de licencia, y en cuanto acaba, a tomar viento.
Por eso yo siempre me he decantado por el formato físico, y si quiero verme la saga de The Ring, no tengo que buscar una a una a ver si están en Prime, Netflix, Disney, Skyshowtime o la que quieran sacar.
La única forma de que el comprar formato físico sea algo accesible a todos es que la sociedad diga hasta aquí, y no pasemos por el aro. De no ser así, seguiremos pagando por ver lo que quieran que veamos en las plataformas y mientras ellos decidan hasta cuando.
Fin de semana del 22 al 24 de Agosto
![]() | 1ºWeapons574.844€ |
![]() | 2ºSin Cobertura466.460€ |
![]() | 3ºMaterialistas415.160€ |
![]() | 4ºAgárralo como Puedas361.610€ |
![]() | 5ºLos Tipos Malos 2322.423€ |
Tasty
#1
Y lo llaman ¿compra?
Reportar CitarDeberían demandarles por ello. Debería llamarse ACCESO o ALQUILER EXTENSIVO.
No entiendo como la gente pude “comprar“ películas así.