Hay que agradecer a Netflix que nos haya traído un mes de julio como si de octubre se tratara, con una buena cosecha de películas de terror que, mejor o peor, son nuevas y eso ni es fácil ni se ve muy menudo.

Entre todos los títulos del género encontramos la denominada "La Calle del Terror", una trilogía basada en la obra de R.L. Stine, el autor de la saga "Pesadillas". Si bien uno puede pensar que saliendo de puño y letra de Stine estaríamos ante terror puramente para adolescentes, no es así, tiene partes que sin duda encajan con esa línea pero otras bien diferentes.

Una de las particularidades de la trilogía es su línea temporal, ya que la trama juega en 3 años diferentes y alejados: 1994, 1978 y 1666, siendo la historia de los 90s la base y el hilo conductor.

Parte 1: 1994 6/10

La trama arranca con dos ciudades colindantes, una rica y próspera (Sunnyvale) y otra caída en desgracia en cuanto a la calidad de vida de sus ciudadanos y por una serie de asesinatos que aparecen de vez en cuando (Shadyside).

Podemos definir esta primera parte como una fusión entre "Scream" y "Stranger Things" en los 90s, con un ritmo y agilidad que sin duda te hace disfrutarla, acompañado de escenas bastante bestias y explícitas. Sin embargo, ese intento de "homenaje" a los 90s acaba siendo demasiado pesado, con unos personajes exagerados en su estereotipo que los hace ridículos (y sin ninguna gracia). Es sin duda lo peor de la película, sus personajes.

No obstante, la fusión del slasher con tintes sobrenaturales, termina por construir una historia que funciona lo bastante bien como para "perdonarle" sus defectos, logrando ser un producto muy entretenido.

Parte 2: 1978 7/10

Sin duda es la mejor de las tres, porque en esta ocasión vamos a visitar un campamento de verano al más puro estilo Viernes 13, de hecho toda la película bebe de esa "nostalgia" que ahora sí funciona, sobre todo porque sus personajes mejoran con respecto a su predecesora.

Mismo ritmo que la anterior (o incluso mejor), junto a muertes mucho más bestias y numerosas harán disfrutar a los amantes de Jason, que además hila bastante bien con la primera parte y te deja con ganas de más, ¿hay mejor señal que esa?

Como curiosidad, en ese set de rodaje se produjo una de las entregas de la propia Viernes 13.

Parte 3: 1666 6/10

La última entrega tiene trampa, porque realmente contiene 2 películas más cortitas: la de 1666 y un regreso a 1994 para concluir la historia. Sin embargo, una de cal y una de arena...

La historia de 1666 sorprende por la seriedad que transmite, muy diferente a las dos anteriores en cuanto a su tono y ambientación, que sin duda es su mejor virtud. Vale, aquí las muertes decrecen considerablemente, pero su historia es lo suficientemente interesante -incluso con algunos giros y todo- como para entretener lo suficiente pese a que conocemos el desenlace.

Sin embargo, el regreso a 1994 (obligado por otra parte, claro) vuelve a tener los mismos pecados que la primera película: el excesivo humor de sus personajes que además desentona bastante con lo que acabamos de ver en 1666. Es cierto que sus giros logran salvarla al cerrar bien la historia, dándole sentido a los retrocesos temporales, más allá de que puedan ser algo previsibles y "happy end".


En definitiva, una trilogía que si tuviéramos que definirla brevemente lo haríamos con un "muy entretenida", pero que no pasará ni mucho menos a la historia.

¡¡Esperamos vuestras críticas!!