Según Humphrey Bogart, un total de once guionistas trabajaron en el guión.
El coronel Feroud camina con el Mayor Jean Leon, se detienen unos segundos y Leon se quita el cigarrillo de la boca con la mano izquierda. En la toma siguiente, vuelve a quitarse el cigarrillo de la boca, pero con la mano derecha.
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Lo mejor de esta película son las ambiguedades en el guión. De una película de 1951 se espera que los colonizadores franceses sean los buenos y los nacionalistas sirios sean los malos. La torpeza del guión hace que esto no quede claro y lo que en 1951 sería un fallo, en 2022 lo convierte interesante, ya que el espectador no encuentra lo que esperaba. En el western crepucular, los vaqueros no son tan buenos, ni los indios tan buenos; pero es algo... (seguir leyendo)