El Palacio imperial de Tokio vive la noche más dramática de su historia. Tras un largo y profundo suspiro, fallece en su cama el Emperador Satohito sin dejar descendencia. Su secretario se pone manos a la obra y busca en el árbol genealógico de Satohito posibles descendientes. Se remonta hasta el siglo XVII en Sevilla por lo que una expedición de japoneses, dirigida por el samurái Hasekura Tsunenaga, + llega a un bello pueblo a la orilla del río: Coria del río. Allí el tatarabuelo del emperador se casó, tuvo descendencia y murió. El destino quiso que él y sus herederos tuvieran siempre hijos varones…y así hasta nuestros días. Paco Japón, y su familia, vecinos de toda la vida de Coria del Río, serán los elegidos.
Sinopsis:
El Palacio imperial de Tokio vive la noche más dramática de su historia. Tras un largo y profundo suspiro, fallece en su cama el Emperador Satohito sin dejar descendencia. Su secretario se pone manos a la obra y busca en el árbol genealógico de Satohito posibles descendientes. Se remonta hasta el siglo XVII en Sevilla por lo que una expedición de japoneses, dirigida por el samurái Hasekura Tsunenaga, + llega a un bello pueblo a la orilla del río: Coria del río. Allí el tatarabuelo del emperador se casó, tuvo descendencia y murió. El destino quiso que él y sus herederos tuvieran siempre hijos varones…y así hasta nuestros días. Paco Japón, y su familia, vecinos de toda la vida de Coria del Río, serán los elegidos.
¡Ave María! ¡Qué película más mala! En un principio me hizo gracia la premisa, después vi el trailer y un poco de reticencia se apoderó de mí, y a la hora de ponerme a verla sentí con miedo cómo el aburrimiento iba apoderarse de mí a medida que iría avanzar el film. Pues así ha sido, la película es casposa, cañí y burda hasta decir basta. Diálogos de andar por casa, improperios po aquí y por allá, personajes sin fondo y una trama que... (seguir leyendo)
Parnaso
¡Ave María! ¡Qué película más mala! En un principio me hizo gracia la premisa, después vi el trailer y un poco de reticencia se apoderó de mí, y a la hora de ponerme a verla sentí con miedo cómo el aburrimiento iba apoderarse de mí a medida que iría avanzar el film. Pues así ha sido, la película es casposa, cañí y burda hasta decir basta. Diálogos de andar por casa, improperios po aquí y por allá, personajes sin fondo y una trama que... (seguir leyendo)