Sinopsis:
La historia comienza con el éxito más importante de la historia del fútbol rumano: el 7 de mayo de 1986, el Steaua Bucarest ganó su primera y única Copa de Europa contra el Barcelona, gracias al legendario portero Helmuth Duckadam, que paró cuatro penaltis.
Julian Ploscaru (Gabriel Spahiu), grabó el partido, que será el tema de conversación principal con el resto de personajes – sus hijos, su + esposa (Alina Burzunteanu), su amante Lidia (Ozana Oancea) y su jefe (Doru Ana), aunque el desastre de Chernobyl sucedido dos semanas antes seguía muy presente en el imaginario personal y colectivo de Rumanía. Julian trabaja en el departamento de seguridad de una fábrica y, como cineasta aficionado, es el encargado de realizar las reconstrucciones de los accidentes laborales con una cámara de 8 mm, algo común en este época, ya que servía como documentación y como herramienta de formación para sus compañeros.
Pero, por muy felices que estén los rumanos por esta inesperada victoria, el 8 de mayo es el aniversario del Partido Comunista e incluso la hazaña del Steaua resulta ser mérito del dictador Ceausescu. Conforme se acerca la celebración, con la fábrica de Julian ocupada en la organización de los festejos, todo el mundo está con la respiración en vilo porque cualquier cosa puede estropearlo todo, avergonzar al colectivo de trabajadores y, lo que es peor, provocar represalias por parte de las autoridades