ABEL es un tipo solitario de unos cuarenta años que trabaja para un tipo que le contrata para cobrar deudas a morosos. Sus métodos son directos y expeditivos. Sus resultados también. Aunque la paga es buena, el trabajo no es muy gratificante. Su sueño es dejarlo todo e irse a vivir con su hijo a una casa junto al mar. Pero desde que perdió a su mujer en un accidente su vida no es muy ejemplar, sino + todo lo contrario.
KAY lleva desde siempre buscándose la vida en las calles. Con cuatro años, su padre, SEBAS, ya la usaba como gancho para sus timos. Desde que su madre les abandonó, han vivido juntos. Su padre siempre ha estado a su lado, de ahí que ella siga todavía con él, a pesar de que siempre acabe metiéndola en problemas. Ahora, con apenas 20 años, se dedica a dar pequeños palos. Su método es simple. Robar un coche y con él golpear a otro por detrás para robar al incauto cuando baje a mirar los daños. Está harta, pero el robo es su forma de vida, lo que siempre ha hecho.
Sinopsis:
ABEL es un tipo solitario de unos cuarenta años que trabaja para un tipo que le contrata para cobrar deudas a morosos. Sus métodos son directos y expeditivos. Sus resultados también. Aunque la paga es buena, el trabajo no es muy gratificante. Su sueño es dejarlo todo e irse a vivir con su hijo a una casa junto al mar. Pero desde que perdió a su mujer en un accidente su vida no es muy ejemplar, sino + todo lo contrario.
KAY lleva desde siempre buscándose la vida en las calles. Con cuatro años, su padre, SEBAS, ya la usaba como gancho para sus timos. Desde que su madre les abandonó, han vivido juntos. Su padre siempre ha estado a su lado, de ahí que ella siga todavía con él, a pesar de que siempre acabe metiéndola en problemas. Ahora, con apenas 20 años, se dedica a dar pequeños palos. Su método es simple. Robar un coche y con él golpear a otro por detrás para robar al incauto cuando baje a mirar los daños. Está harta, pero el robo es su forma de vida, lo que siempre ha hecho.