No habrá ¨peros¨, aunque quizás si unas peras... bien grandes
La realidad ya no es como el papá que lo sabe todo, es una patada en la cara un sábado por la noche con una bota de puntera metálica y un viaje al hospital ensangrentado y hecho polvo para hacerte cirugía plástica
Una vez que te enganche...eres suyo
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