Frases célebres de Algunos Hombres Buenos



Yo desayuno a 1000 metros de 15000 soldados cubanos entrenados para matarme y no voy a consentir que ninguna boquita de Harvard con su amariconado uniforme blanco venga a decirme cómo tengo que defender a mi país, ¿está claro?


Tú no puedes encajar la verdad!


El honor no es sólo una pegatina en el hombro


Su padre y yo servimos juntos en Vietnam... es mi gran camarada... aunque no lo he visto últimamente... dime Daniel ¿cómo está ese tipazo de tu padre? - Eeeh...Falleció hace ya varios años, señor... - Vaya ¡ahora sí me siento como un estúpido!


Si van a la base naval de Guantánamo tengan mucho cuidado y unifórmense bien, no los vayan a confundir... aparte de los cubanos, hay mucho infante de marina fanático. - ¿Y de qué son fanáticos esos infantes? - De ser infantes de marina.


Ya olvídate de el para declarar como testigo, Daniel... ¡¡ya desapareció y no lo encontrarán!! - ¿Y cómo lo sabes que no lo hallarán? - Porque más de la mitad de su carrera en Inteligencia naval se la pasó haciendo eso precisamente: desaparecer... él es el especialista.


Lo siento Capitana Joan pero alguien en esa casa blanca al final de la calle considera que soy valioso para la marina... ¿no me cree? Visítelo, ahí vivirá por un periodo presidencial.


OK, sargento Kendricks, ¿puedo llamarte por tu nombre? - No, no puedes. Llámeme Sargento y hábleme de usted, no de tú... abogado.


¿Cree usted que le aplicaron el código Rojo, Teniente? - Yo solo creo en Los Marines y en que Dios tuvo a su hijo Jesucristo...


¡¡Puede retirarse Teniente Kaffee!! - ¡Perdóneme por irme sin permiso Capitana pero siempre olvido esa parte!


Disculpe Capitana Joan, ¿tiene usted alguna jurisdicción en este caso que yo desconozca?


¿Ordenó el código rojo, comandante Jessep? - ¡¡Sí, maldita sea yo lo ordené!!


Harold, ¿Qué hicimos mal? ¿Por qué nos acusan? - Se supone que defendamos a los que no se pueden defender... y este joven marino no se podía defender...