Ficha Un Verano con Mónica

6.57 - Total: 5

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Un Verano con Mónica (1)




Mad Warrior

  • 6 Dec 2020

8



Junto a ella hemos disfrutado del mar, las nubes, el cielo azul, el olor de la arena. Ahora la oscuridad la envuelve en una taberna donde se prepara el terreno para una infidelidad.
Recorre el escenario y clava sus ojos en nosotros. Con esa mirada penetrante Monika rompe la cuarta pared, y de paso, a nosotros, el corazón...hasta hacérnoslo trizas.

Es uno de los instantes, por su composición sorprendente y moderna, que más me fascinaron de esta pequeña joya; sin embargo nada la predisponía a convertirse en el mito cinéfilo que es hoy. Bergman, que lleva filmando unos seis años y haciéndose con algún éxito de crítica y público, pasa por una mala racha en lo profesional y personal; con una familia que alimentar, serios problemas conyugales y el hecho de enfrentarse a un ambiente de huelgas generales de los productores de la industria cinematográfica por los impuestos, terminan con él rodando mediocres anuncios de televisión.
Llega su transición difinitiva al encontrarse a una nativa de Estocolmo de 20 años llamada Harriet Andersson, quien ha trabajado en teatro pero no para el cine. Esto es pura magia. Se prenda de una musa que irradia erotismo y fuerza, y afirma que ninguna mujer posee este don como ella; una inspiración para la adaptación de la novela ¨Sommaren med Monika¨, que firma el importante autor moderno Per Anders Fogelström. Bergman filma en verano en la isla de Ornö con un presupuesto ajustado mientras graba con su cámara particular y en cada momento a Harriet, de la que no disimula estar enamorado.

Pero esta historia que se eleva a otro nivel en su inesperada escapada insular da comienzo en la ciudad de la mano de dos jóvenes, Harry y Monika, quienes a partir de un encuentro casual en una cafetería inician lo que parece ser un idílico romance, eterno y protegido contra la sociedad que les rodea. Esa sociedad medio pobre, sucia, recalcitrantemente conservadora pero escandalosamente sórdida bajo las apariencias; durante este primer acto el sueco, sin duda influenciado por el neorrealismo, perfila las aristas de un mundo asfixiante, hermético, oscuro y violento, con la pareja protagonista como rebeldes a la apatía de su vida cotidiana y a la fealdad de sus respectivos núcleos familiares.
Bergman capta al vuelo esta violencia y esta sensación de podredumbre y suciedad, y a los ásperos individuos que moran en ella. Por tanto Harry y Monika huyen en un gesto de rebeldía, de abandono y de libertad proclamado por ellos y también por el cineasta (apelando en futuras historias por una escapada a un entorno natural salvaje alejado de todo rastro urbano). El magnífico esplendor del paisaje insular, la exaltación libertaria de la huida amorosa, un subtexto bíblico y el descubrimiento de la sensualidad explosiva y pecaminosa de Harriet/Monika.

La mejor manera para Bergman de explorar majestuosamente el territorio inestable del cine moderno. Se abre un universo aparte de registros sensibles, bucólico y ensoñador, y se abandona el dominio ¨lógico¨ del relato por la pura celebración amorosa, la abstracción mineral de la isla como nuevo desafío de una puesta en escena donde se nos invita a observar un cielo precioso, rozar el agua cristalina e incluso a percibir el aroma de la piel de Monika, que casi acariciamos por la proximidad de la cámara. Su rostro delicado aunque de rasgos fuertes, su pecho agresivo, sus muslos desnudos y su espontaneidad carnal.
No sabrá (Bergman sí) que habrá de convertirse en un símbolo para la mujer europea moderna, aunque su belleza permanecerá contra el paso del tiempo; más que un símbolo, un mito encarnado. Pero el sueco, aun en su afán de atrapar el instante presente en lo que tiene de más fugaz y profundizar en él para otorgarle un valor de eternidad, infiltra asimismo restos de violencia y amargura que habrán de incrementarse y acompañar a los protagonistas en un tercer acto marcado por la discordia, la crudeza y la ambigüedad, un largo epílogo que sólo sirve para romper el sueño, un espejo en el cual habrá de mirarse Harry hacia el final y contemplar la auténtica realidad.

Quizás este tramo es lo que provoca el distanciamiento de la propia obra y del personaje femenino; la fruta prohibida del paraíso transformada en una venenosa víbora pcuya aspiración es hacerse con nuestro odio. Bajo la debilidad y mirada abatida de Harry, Bergman enfrenta a Monika con su relato, reflejando la irreductibilidad del deseo y la inexorable aspiración a la libertad contra el conformismo social; los últimos actos de la joven son pura abyección moral que nada justificaría, ni siquiera el elogio de una libertad que consiente en destruir la de los demás. Para el objetivo de la cámara del sueco esto es una ignominia, horror y vergüenza.
Correctos Lars Ekborg, Naemi Briese, Sigge Fürst y Dagmar Ebbesen secundan a Andersson, inmortalizada desde todos los ángulos (en su faceta sensual y en su lado más tenebroso, ambigüedad continua realzada por el trabajo de Gunnar Fischer a la fotografía). ¨Un Verano con Monika¨ explotará poco a poco en la época, por traspasar límites que casi nadie se había atrevido (poco antes el también sueco Arne Mattsson con su premiada ¨Un solo Verano de Felicidad¨, gran influencia para la que nos ocupa); en EE.UU. es vendida maliciosamente como mero film erótico de explotación mientras en Europa se la considera piedra angular del cine moderno.

Una legión de jóvenes cineastas de todos los rincones del Globo tienen un modelo en que apoyarse. Como afirmó Godard, hay que verla siquiera por esos extraordinarios segundos en los que Monika mira fijamente a cámara, con sus ojos anegados de angustia, tomando al espectador por testigo del desprecio que siente por sí misma, voluntariamente eligiendo el Infierno en lugar del Cielo.
Es uno de los planos más tristes y poderosos de la Historia del Cine, en la cual Bergman, gracias a su obra-milagro, puede por fin entrar en ella por pleno derecho.



Me gusta (1) Reportar

Críticas: 1


Escribir crítica