Ficha Spun

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Críticas de Spun (7)




Mad Warrior

  • 8 Nov 2022

6



La pupila de un ojo contraída en plano-detalle. ¿De quién?, no importa, es un plano que lo explica todo: subidón, éxtasis, un estado mental distinto que es mejor no conocer.
No cabe ninguna duda de que la persona que ideó ¨Spun¨ se encontraba bajo sus efectos.

William de los Santos provoca auténtica inquietud si se le observa un par de segundos, ya desde su aspecto estrafalario a lo Alan Moore, y eso que asistió a la universidad como cualquier chaval...pero se metió en el mundo de las drogas de una forma espantosa, ejerciendo de chófer para un fabricante de metanfetaminas a lo largo y ancho de Oregon. Aquellas experiencias le convierten a mediados de los 90 en un adicto a esa droga, le trastocan la cabeza y le marcan de por vida, y ello lo irá a reflejar en un guión psicotrópico, ininteligible y basado en todo lo que ha vivido.
Es asombroso hasta donde puede llegar el ahínco humano cuando se cree en algo, y este chiflado lo demostró marchando a Los Angeles y acosando a una gran cantidad de individuos que de algún modo u otro estaban en el negocio del cine. Su empeño resultó en cruzarse con Hans Jonas Åkerlund, un sueco de mucho prestigio relacionado con el universo musical y los videoclips (Madonna, Ozzy Osbourne, Metallica, Smashing Pumpkins e incluso McCartney han estado a su servicio...) que sin embargo trató de evitar lo posible hasta el momento en que accedió a leer su alucinada historia. La producción, totalmente independiente, tardó en ponerse en marcha y sufrió varios periodos de estancamiento.

El concepto de ¨Spun¨ es curioso: la historia ni empieza ni termina, simplemente sigue, al igual que la vida de los personajes implicados en ella. Y entramos con la naturalidad de un documental, una vida colapsada por la locura, la miseria, la pobreza, la ruina humana de frente y sin paliativos, en un lugar perdido que perfectamente puede ser la Eugene de Ontario; y Akerlund nos empuja a ella, a esa atmósfera malsana con la fuerza de un ciclón, gracias a su urgencia visual y montaje tan ¨ritchiano¨ de ritmo taquicárdico y experimental, que comparte junto a Johan Söderberg.
Jason Schwartzman como una versión perversa, desagradable y no tan simpática del Nicky de Adam Sandler, más o menos con la misma capacidad neuronal, es el álter-ego del guionista y casi todo lo que le sucede en el transcurso de varios días se relaciona con la realidad. Y somos obligados a saborear, contemplar y escuchar el universo pútrido y consumido en metanfetamina en el que él está ya metido hasta el cuello, y que lo simboliza el interior de la casa de ¨Spider¨ Mike, primera de muchas referencias cinematográficas (donde un John Leguizamo haciendo lo que mejor sabe (el loco) suplanta al Eric Stoltz de ¨Pulp Fiction¨ mientras Mena Suvari podría ser la cara más fea, grasienta y lánguida de Rosanna Arquette).

Bien integrados todos ellos en el vértigo técnico-visual servido sin pensar en los nervios del espectador; es el efecto que desea el cineasta: la condición física y mental de alguien que ha sido forzado a probar esta droga y empieza a sufrir las consecuencias de una subida de la presión arterial, agitación psicomotriz, esquizofrenia paranoide y alucinaciones, y antes de llegar los créditos iniciales ya nos sentimos así. Por ello no es tanto el énfasis que se le da a la trama como a la forma del film y al carácter de su troupe, todos trastornados, inocentes a su modo, algunos malvados...
Aun así no se ofrecen moralejas absurdas acerca de la drogodependencia, ni se profundiza mucho en los anteriores, al contrario de Boyle en su ¨Trainspotting¨. Esto es un día a día de colocón y efectos, lógica de reiteración y delirio como la de ¨Miedo y Asco en las Vegas¨ sin alcanzar las dimensiones del fascinante imaginario de Gilliam, y sin plantear las oscuras reflexiones ni la caída en desgracia (ni nada mínimamente trascendente) de ¨Réquiem por un Sueño¨, a la cual Akerlund ha echado el ojo y pretende imitar en estilo, forma y riesgo, pero quedando su sinsentido más cerca de la horrible ¨Cookers¨, realizada un año antes.

Sin embargo Brittany Murphy, quien traslada sus propias adicciones (la cocaína y la (terapéutica) metanfetamina, culpables de llevarla a la tumba unos años después) a Nikki (clásica zorra con el corazón de oro, versión drogadicta de Vivian Ward), destaca entre los imbéciles adictos, clubs de striptease, terribles suburbios, policías corruptos y el ¨villano¨ ¨The Cook¨ (ese Rourke en un mundo muy acorde a su vida en aquel momento, sin importarle el guión ni el reparto, a su aire, de cowboy arrogante, como de costumbre...), en definitiva: una luz de esperanza en mitad de tanta negrura de la que para todos es imposible escapar.
Es quien representa el cambio frente a la debilidad de Ross, la paranoia de ¨Spider¨ Mike, la irritación constante de Cookie, la falta de compasión de ¨The Cook¨ o la asquerosa existencia de ¨Frisbee¨ (¿quién iba a pensar que encontraría al tierno Patrick Fugit de ¨Casi Famosos¨ en semejante papel?). Tal vez el primero desea reunirse con su ex-novia, pero se ve incapaz de afrontar un cambio vital; Nikki, por suerte, es una criatura de puro candor y afecto, la única bocanada de aire en este agujero ahogado con el humo de los químicos de las anfetas, la única que, aun atrapada en él, intenta huir hacia un destino mejor. Un puro sustitutivo femenino de Mark Renton.

Más allá de este increíble personaje sólo queda: frenesí desde todos los ángulos, estridencia, humor escatológico, violencia cruda, experimentación bizarra, absurdo basado en el cómic y la animación grotesca, imitación barata de otras obras, una trama sin principio ni final.
Pero también hay un asombroso desfile de caras conocidas: de Eric Roberts, Ron Jeremy y los artistas Billy Corgan, Deborah Harry y Rob Halford, símbolo de la influencia musical de Akerlund, a Peter Stormare y Alexis Arquette de pareja policial ¨exploit¨ (y enormes en las, de lejos, mejores escenas de la película, homenaje absoluto a Tarantino).



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Miguel Arkangel

  • 27 Aug 2018

7


Para no olvidar que las drogas son malas, muy malas.

Curiosa y extraña película, caótica, delirante, con una banda sonora estupenda, (a cargo de Billy Corgan), combinación de escenas reales con secuencias de animación (que pretenden recrear lo que ve un tipo drogado), cameos de Rob Halford y Ron Jeremy, una trama sin mucho sentido, y un grupo de jóvenes promesas (Britanny Murphy, John Leguizamo, Patrick Fugit, Mena Suvari) y un peso pesado de la vieja guradia (el gran Mickey Rourke).

Es una especie de hijo pobre de “Trainspotting”, (salvando las distancias claro), que nos muestra la alucinada carrera hacia la nada de un grupo de jóvenes adictos. Puede resultar cansina por momentos, pues el director tiene una obsesión en mostrarnos, una y otra vez, el efecto delirante y paranoico que causa la droga en la mente de quien la consume, pero resulta curiosa, realmente curiosa, gracias a sus bizarros personajes y sus no menos bizarras escenas de humor negro.



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DE NIRO

  • 25 Nov 2014

7


exelente, fundamental en la filmografia de fanaticos del cine independiente, ¨casero¨, y del mundo de las drogas, dealers, chicas ligeras, con un argumento sencillo pero con un gran elenco logra desde su inicio conmover y sensibilizar al espectador.lo mejor el humor negro en casi toda la pelicula y su final, y lo mas destacable es la banda sonora (billy corgan ex cantante de smushin pumkins)



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anonimo

  • 7 May 2012

7


No esta mal,trata muy bien el tema de las drogas,cuenta con unos personajes muy carismaticos,cada uno como es,muy paranoica a veces y realista.Recomendable.



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Black Metal

  • 11 Aug 2011

5


Curioso debut en la dirección del escandinavo Åkerlund. Una historia mil veces vista, con mejor calidad, centrada nuevamente en la juventud enganchada a las drogas, de todo tipo.
Su protagonista vive en un mundo surrealista, viajando entre la realidad y la fantasía, de cuando esta sobrío a cuando esta puesto.
En su mundo aparecen distintos tipos de personajes, todos ellos intervienen en lo mismo.
Enamorado de su enganche con el que proporciona la fabricación de las drogas, Brittany Murphy, viviendo una deprimente historia de amor que recuerda a ¨Drugstore Cowboy¨ (1989).
Lo realmente destacable, a parte de la buenísima banda sonora compuesta por temas de grupos Metal en su mayoría, es la actuación inadvertida de Mickey Rourke, en una etapa de secundario de lujo caído en batalla y subsistiendo en productos de mala calidad, pero que al fin y al cabo, le han ayudado a recuperarse a día de hoy.
Por lo demas, divertida pero no de visionado obligatorio, ya que tampoco es una película que merezca demasiado.
Solo las intervenciones de Rob Halford, cantante del mítico, legendario e insuperable grupo de Heavy Metal, Judas Priest. Y un enloquecido pero divertido, como siempre, Peter Stormare.



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M.White

  • 28 May 2011

5


A pesar de su gran elenco,el director
no supo llevar la peli.Arranca muy bien,
pero empieza a volverse algo floja.
Una tematica realmente dificil esta,
que no siempre tiene exito como todos
piensan,no es solo hacer una historia en
el mundo de las drogas y listo.
Hay que dotar la historia de credibilidad.
Esta carerce de ello.
Una pena realmente.



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thirstyforblood

  • 25 May 2011

10


Con Spun te vas a sorprender, encontrarás el Lado B del cine gringo, una película con poco presupuesto pero con un elenco excelente, una visión distinta de un director de video clips que llevó a la pantalla grande una película de drogas con un enfoque de humor negro que realmente es notable. Personajes exagerados pero finamente elaborados dan a la historia ese toque de frescura en el que verás primeros planos enfermizos o situaciones tan freaks como un video club xxx atendido por Rob Halford (Judas Priest) o hasta un perro verde que la exquisita Brittany Murphy quiere sanar.
Películas sobre drogas existen y muy buenas como Requiem for a Dream o Trainspotting, pero ninguna tiene ese toque de película casera y enferma que encontrarás en Spun.
Si tienes la oportunidad de comprártela por Bazuca hazlo, yo la tuve que encargar a EEUU. Ojo con el soundtrack encabezado por Billy Corgan.



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Críticas: 7


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