Ficha The Young Animals


  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de The Young Animals (1)




Mad Warrior

  • 1 Jan 2022

2



Aventuras, amistades, romances y tragedias de esa jungla nocturna de música estrepitosa, alcohol, desenfreno, motos, chulos, zorras y pobres desgraciados.
¿Pero esta historia no nos la han contado ya...y mejor?

Como le ocurrió a sus coetáneos, el pobre Yasuharu Hasebe tuvo que ganarse el pan ejerciendo en el negocio de las ¨pinku eiga¨ desde principios de los 70, aguantando sin rechistar hasta que Nikkatsu quebró y se pasara a la comodidad del medio televisivo; ya al acabar la década, y tras una larguísima lista de baratas y mediocres obras sobre el ¨rape and revenge¨, Toei volvió a solicitar sus servicios para ponerse al frente de un no muy lúcido proyecto-vehículo que encumbrase a Hiroshi Tachi. Hace poco el actor fue aplaudido y galardonado por su dramática y entrañable interpretación en ¨Life in Overtime¨, y nadie le quita ese mérito...pero en aquella época, cuando contaba unos 25 años, se trataba únicamente de un energúmeno loco por las motos que no dejaba de meterse en líos.
Y que de liderar como vocalista el exitoso grupo de ¨punk rock¨ The Kools acabó contratado en Toei tras haberle echado el guante el presidente Shigeru Okada; su intención era hacer de Tachi una especie de nuevo Tetsuya Watari, por lo que, tras un par de intervenciones de secundario (incluyendo la segunda entrega de la nueva saga de ¨Joshu Sasori¨), decidió que debía protagonizar la película con la que hacerse una estrella; la historia es de Yoshio Shirasaka, quien escribió mucho para Masumura, y ésta presenta, de un modo encantador incluso, al protagonista, que para más inri se llama Shinji (¨confianza¨ o ¨fe¨, lo cual cobrará su sentido).

Secuencia de apertura cuando menos chirriante: el joven, tras sus gafas rayban y su ¨look¨ de motero peligroso, recorriendo la ciudad en su Harley Davidson (tal y como era el propio Tachi), coge una rosa blanca y se la ofrece a la guapa cajera de un supermercado (Mayo) que, según hemos de intuir, frecuenta comúnmente. Hasebe nos cuela en la vida nocturna de la juventud del momento, quienes pasan los ratos en carreras, peleas callejeras o bailando en la discoteca; pero desde luego el cineasta lograba transmitir mejor la autenticidad, suciedad y crudeza de este ambiente, tan propio de la cultura americana, en sus películas de la serie ¨Stray Cat Rock¨.
Y el ¨héroe¨ que imaginan para Tachi, una mezcla grotesca y sin carisma de James Dean y Watari, no deja de ser ese macarra de buen corazón del cine clásico de adolescentes descarriados y pandillas callejeras; un homólogo insípido de los que en su día encarnaron Akira Kobayashi, Koji Wada o Yujiro Ishihara, pues ni sorprende en su faceta de héroe sacrificado por los demás ni como joven amante de la diversión...y mucho menos cuando se pone a bailar imitando a John Travolta (era la época del ¨disco¨ y el cine que promovía dicha música) en esas secuencias musicales dirigidas por un Hasebe que nunca saca a la luz su habilidad como creador de atmósferas fascinantes y ambientes ¨cool¨.

La trama en sí se compone de las subtramas que conciernen a varios personajes que pivotan alrededor de Shinji, reaccionando éste conforme a las situaciones, buenas o malas, en las que le ponen, mal planteadas, por pura conveniencia (lo del hermano yakuza de Mayo que se la tiene jurada a Shinji es un buen ejemplo...) y donde sobre todo destacan las mujeres; como de costumbre aquél se ve acorralado entre dos: la dulce e inocente Mayo, abandonada por el hombre que la embarazó, y Megu, la seductora amante de un chulo (Shoichi) que se cree el cacique local. De por medio hay un grupo de subnormales delincuentes que no nos importan nada y que remiten a las de ¨Stray Cat Rock¨.
Todos estos son secundarios de trazo grueso y pobremente retratados, al igual que Shinji, a quien en realidad no conocemos (sólo sabremos de él por cómo afronta los problemas que se van sucediendo). Al único personaje que se le concede algo de convincente importancia dramática (no será Mayo, pues su relación con Shinji carece de toda lógica, como la mayoría de cosas que pasan en la historia) es Osamu, con quien el protagonista desarrolla una profunda amistad al verse reflejado en él (resulta muy conveniente que sea el hijo del fallecido dueño del taller mecánico donde el anterior trabaja, y más aún que su madre mantenga una relación con el encargado de dicho taller).

En realidad parte del guión se sostiene sobre las infidelidades y los tristes romances, desencadenando hechos fatales un tanto previsibles. Pero lo que lo hace naufragar en el más absoluto caos narrativo es la extraña decisión de dejar todas las subtramas sin resolver y olvidarse de cuando en cuando de sus personajes (que aparecen y se van y vuelven a aparecer del modo menos adecuado); nada queda claro: ni las aborrecibles pandilleras se llevan su merecido, ni hay un duelo climático entre Shoichi y Shinji, ni se sabe qué pasa con la madre de Osamu tras sucederse la también predecible tragedia, ni se nos explica por qué después de esto vemos a Shinji dando vueltas en la discoteca sin importarle nada un rábano.
A la torpe y empalagosa interpretación que hace Tachi del pobre chico cuyo padre murió (¡¿y su madre, que nunca la vemos?!) y que ha salido adelante a fuerza de sobrevivir haciéndose el tipo duro, se suma una lista de actores secundarios un tanto mediocres donde quizás se salvan Toshikazu Akiyama y la digna Kazuko Shirakawa, cuyos interesantes personajes están muy desaprovechados. No se sabe si la película logró una buena recepción, aunque Tachi siguió trabajando en Toei...poco porque no tardó en irse a actuar en televisión, medio al que se acostumbró; pero si algo nos enseña ¨Kawajyan hanko Zoku¨ es que las mejores obras de Hasebe están en su filmografía temprana.

Es preciso hacer hincapié en la secuencia al estilo ¨Grease¨ que éste nos lanza a las córneas donde el protagonista y sus colegas bailan tan alegres en la fuente pública...y que a más de uno podrá dejar en estado catatónico.



Me gusta (1) Reportar

Críticas: 1


Escribir crítica