Ficha Mayordomo para todo

5.92 - Total: 4

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Mayordomo para todo (2)




Mad Warrior

  • 6 Dec 2020

6



Los años 70 dan sus últimos suspiros y el cine español parece evolucionar hacia una nueva etapa, condicionado esto por la muerte del general Francisco Franco a finales de 1.975; a partir de ese momento se cambia absolutamente la postura frente a la censura dentro de los medios de expresión, y el de la industria cinematográfica no es menos, donde se empiezan a abordar temas mucho más comprometidos. La comedia popular que han encabezado Tony Leblanc, José Luis López Vázquez o Alfredo Landa se tiñe cada vez más de erotismo, y el resultado en taquilla habla por sí solo.
En este género triunfan como nadie Pedro Lazaga, Luis María Delgado, Pedro Masó y ante todo Mariano Ozores, que está llevando espectadores a las salas como nadie con sus divertidas obras de humor grueso y ácida visión de la España de la época y gracias a la colaboración que mantienen con él Lina Morgan y Landa, sus dos actores fetiche de este periodo, quienes han protagonizado títulos tan buenos como ¨La llamaban ¨La Madrina¨ ¨, ¨Fin de Semana al Desnudo¨, ¨Los Pecados de una Chica casi Decente¨ o ¨Manolo ¨la Nuit¨ ¨. Además, el director se toma muy en serio la libertad de la que se goza en el momento y empieza a mostrar sin tapujos los primeros desnudos de su cine, los cuales se acrecentarán con el tiempo.

Siguiendo su frenético ritmo de trabajo (cuatro o cinco películas al año, ahí es nada) vuelve a ponerse en manos de José Ángel Santos y Lotus Films y rueda en Marbella y Puerto Banús (su querida Costa de Sol, donde tantas veces trabajaría) otro descacharrante vodevil junto a Landa. Y es que el enredo toma presencia en esta ocasión desde el mismísimo principio, con Germán, un hombre menudo y con cara de pregonero de pueblo, entrando en su bonita casa practicando el arte de la seducción como un playboy cualquiera con una estupenda señorita, quien lo rechaza sin más; todo esto para contemplar poco después a otro señor, más atractivo y sofisticado, haciendo exactamente lo mismo.
Resulta que éste es Carlos, el verdadero dueño de la casa y millonario irresistible conocido en toda la costa, y el anterior es su mayordomo, quien ha jugado a convertirse en él por un momento; pero el gracioso equívoco esconde, por obra y gracia de Ozores, una engañosa realidad, y es que en este caso la superchería de hacer creer a alguien quien uno no es se transforma en la base del argumento al ¨cumplir¨ Germán con todas las chicas que su señor, aquejado de una supuesta enfermedad sexual, se trae a casa, y todo ello para conservar su fama de donjuan dentro del frívolo entorno social al que pertenece (esa sórdida España del ¨boom¨ turístico).

El cineasta crea así un juego de personalidades realmente original donde las dificultades de cada uno se resuelven por medio de unas transferencias recíprocas que benefician a ambos; no obstante para Carlos y Germán también hay serios inconvenientes. Si bien el segundo ha conseguido con éxito suplantar la identidad de su señor imitándole en su forma de vestir y hablar (siempre hará el amor con la luz apagada) es asimismo incapaz de conquistar a una mujer por su aspecto, como al primero le es imposible conquistarlas en la cama; de esta forma uno anhelará constantemente aquello de lo que goza el otro por naturaleza.
Esta situación tan enrevesada consigue su explicación gracias a la mente retorcida del mayordomo, que se erigirá en maestro de ceremonias de eficaces artimañas y engaños con tal de poder seguir aprovechándose de su situación, y ahí entra el tercero en discordia, Alfonso, amigo de Germán que ¨presta¨ su enfermedad y su nombre (haciéndose pasar por médico) para uso y disfrute de éste; un malévolo juego que convierte la doble identidad en triple, con la disfunción de Alfonso en la vida de Carlos y deseando aquél la vitalidad que en realidad posee éste último. La sólida creencia de ponerse en el lugar del otro será tan literal que incluso, haciéndose concesiones a lo disparatado, las voces serán imitadas a la perfección (¡!).

Pero este magnífico plan se viene abajo por la intervención de Alicia, una mujer que se diferencia de todas las demás (la primera a la que veíamos ser invitada por Germán) y que ha sido lo suficientemente lista como para descubrir la suplantación; ahora el mayor anhelo será el sentido por el mayordomo al enamorarse el señor de la mujer que él de verdad deseaba. Como ha demostrado a lo largo de su carrera, Ozores posee esa habilidad única de imprimir a la comedia el ritmo justo y la fluidez necesaria como para que el enredo ni se vuelva repetitivo ni pesado, y esta no es una excepción.
De hecho el enredo, impulsado por todas las mentiras de Germán, llevará al film al más puro disparate (valga la impagable secuencia en la que éste muestra a Carlos, a los pies del altar y preparado para su noche de bodas, una abundante colección de ferétros y lápidas). El sr. Landa vuelve a derrochar su inimitable carisma en su papel de enzizañador y amante infalible (hay que echarle voluntad para creerse esto, pero en fin...), dando una vuelta de tuerca a su imagen de ¨celtíbero español¨ de ¨Manolo ¨la Nuit¨ ¨; unos simpáticos Juan Luis Galiardo y Antonio Ozores le acompañan, mientras no puede faltar la presencia de la hermosa Emma Cohen ni de la genial Josele Román.

Dentro de la extensa colección de obras que Mariano Ozores filmaría conjuntamente con Landa, esta ¨Mayordomo para Todo¨ pasa por ser una de las más entretenidas y enrevesadas; también es en la que muestra los primeros desnudos femeninos.
Este gusto por el picante para sentar a más público a las butacas se saldaría unos pocos años después con la triunfal llegada de Andrés Pajares y Fernando Esteso al cine del director.



Me gusta (1) Reportar

Parnaso

  • 14 Aug 2019

2


Un ápice mejor que muchas de las cosecha de Mariano Ozores pero también bastante mala. Aquí al menos aparece más chicha y las situaciones no se presentan tan absurdas, el enredo de la suplantación no está mal pero abusan tanto de ello tan asiduamente que termina aburriendo, al menos aparece Alfredo Landa que parece que mejora algo las películas paupérrimas.



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 2


Escribir crítica