El mayor proyecto de Stanley Kramer hasta la época sorprendió a Hollywood no tanto por su escala mastodóntica sino por sus características: una épica (con todas las letras: era algo desmesurado) comedia alocada llena de estrellas que homenajeaba constantemente al viejo slapstick. No solo sigue siendo una de las mejores comedias de todos los tiempos, sino que quizá siga siendo una de las mejores road movies, que entonces empezaban a popularizarse.
Pese a ser una película llena de estrellas, es fácil señalar a los dos verdaderos protagonistas: Spencer Tracy sacó toda su vis cómica con el desesperado policía corrupto (tiene sus razones, pobre hombre) Cullpepper. La ‘entertainer’ Ethel Merman, con su vozarrón, se sale con su papel de suegra histérico-detestable. Entre estos dos, es muy difícil elegir quién lo hace mejor, aunque creo que elegiría a Merman. El resto es una selección de la gran mayoría de las estrellas cómicas americanas en papeles que van desde protagonistas hasta cameos de pocos segundos, con el añadido de Terry-Thomas para atraer al público europeo.
El guion del matrimonio Rose (William, el padre de varias de las mejores comedias de la Ealing, como “El quinteto de la muerte”, y Tania) es tan simple que parece mentira que se pueda estirar de esa manera: un tesoro escondido y unos codiciosos que pretenden hacerse con él. Con esta simple idea, el sentido épico de Stanley Kramer sale a relucir. Y es que técnicamente, la película era realmente espectacular para su tiempo: hay tremendas persecuciones y accidentes, acrobacias aéreas, dobles haciendo cabriolas, tiene una excelsa fotografía panorámico, un montaje vertiginoso que hace que incluso las tres horas y cuarto del montaje más completo que se conserva pasen como una brisa, créditos de Saul Bass y una delirante pero bonita banda sonora de Ernest Gold.
Quizá sea la peli que haya visto más veces en mi corta vida. Para mí sigue siendo una de las mejores comedias (y road movies) de todos los tiempos, y quizá la más épica en relación a su época. Si a varias interpretaciones magníficas le sumamos un guion descacharrante y una acción trepidante, la suma es una bomba excesiva que resulta funcionar.
Una de las comedias más disparatadas que haya visto nunca.
Stanley Kramer supo sacar el jugo cómico a todas las estrellas del film,en especial a los increíbles Spencer Tracy,Mickey Rooney o un jovencísimo Peter Falk.
Insuperable como ¨road movie¨.
La más alocada y una de las mejores “Road Movies” de la historia del cine. Admirada por grandes directores como Steven Spielberg, entre otros, esta película logró una inmensa expectativa en el año de su estreno con records de taquilla alrededor del mundo.
Stanley Kramer dirige con maestría a decenas de actores cómicos exitosos, de diferentes décadas y con variedad de carisma.
Una historia de lo más interesante en la que varios testigos de un accidente automovilístico, son informados de la existencia de un botín con una gran cantidad de billetes oculto en un sector de la costa de Santa Rosita, y que, disimuladamente al principio y con un excelente y épico final descontrolado, irá sumando personajes cada cual uno más interesante que el otro.
Una de las mejores actuaciones es la de la actriz Ethel Merman (a excepción de la de Spencer Tracy) que destaca en humor e importancia sobre las otras dos actrices. Merman, beneficiada por su papel, logra destacar entre tantos buenos actores cómicos masculinos como Milton Berle, Sid Caesar o Mickey Rooney, entre muchos otros.
Hay otros personajes (sin contar los cameos de lujo) que tardíamente van sumándose mediante el avance del film y que pueden ser los más simpáticos al espectador, como el inglés Hawthorne (Terry-Thomas) o el desenfrenado Sylvester (Dick Shawn), que aportan como nadie a la gran turba de locos ambiciosos por el preciado botín.
¡Y que se puede decir de Spencer Tracy!, quien poco después de afirmar un irrefutable talento actoral en “El Juicio de Nuremberg”, cumple un excelente papel en el ámbito cómico, consiguiendo las escenas más memorables y graciosas de todo el film. El personaje de Tracy, que a pesar de manejar a su antojo las riendas de la carrera por el dinero, marcha en camino paralelo al resto de los numerosos personajes que llegarán a destino y está unido a ellos en ambición y comicidad.
Road Movie pura y legítima en todo sentido de la palabra, del género de comedia y con una cantidad de actores cómicos pocas veces reunida, y que hacen un combo impresionante en un film con resultados tan positivos.
Críticas: 4
..PICARD..
10
Desde mi confortable butaca ¨de patio¨ de mi salón, revisito esta enésima obra del maestro Stanley Kramer para seguir deleitándome de la misma, como hice hace ya casi 60 años. Una de las numerosísimas películas que marcaron en mí la afición DESMESURADA por este arte. Y reflexiono, y pienso que este cine, sería impensable de realizar en la época actual.
Me explico: el rodaje es hipnotizante, con cámaras fijas situadas en estratégicos lugares; el montaje, espectacular; el libreto, ostentoso; la dirección, fastuosa y la interpretación, excesiva y circense. Todo ello presentado en una pantalla de superpanavisión, heredera del antiguo cinemascope, rodada con luz diurna y acentuado colorido🌈.
¿Y por qué digo que sería impensable hoy? Porque hoy en día todo se reduciría a filmar frente a una pantalla verde, con escasos panoramas exteriores y de manera digital, que no digo que sea malo, que hay que adaptarse a estos tiempos modernos, pero que es como decir a nuestros niñitos actuales que jueguen con soldaditos de plomo y con un aro.
Es cine cine🎬, amigos/as que me leéis; cine cine y 2 horas y media de trepidante entretenimiento sin momentos valle. Al menos, es mi parecer. Así pues, y en mi opinión, una OBRA MAESTRA de extrema comicidad. Pasadlo bien, humanos/as. .5️⃣/5. ··PICARD··
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