No tan diezmado emocionalmente como una buena producción en escena, sino un reparto maravilloso.
Corriendo en menos de dos horas, la versión de Amazon de la tragedia de William Shakespeare es extrañamente delgada y enérgica, pero no puedes equivocarte al ver a Anthony Hopkins como Lear.
Han pasado más de 20 años desde que Richard Eyre dirigió a un notable Ian Holm en una producción de King Lear en el Teatro Nacional. En ese momento, incluso los críticos de admiración observaron que la producción, en un lapso de menos de tres horas, fue una versión agresivamente recortada de una de las obras más largas de William Shakespeare.
La nueva versión de Amazon y BBC Two que lleva a Eyre de nuevo a King Lear se ejecuta en solo 115 minutos. Es difícil organizar el juego de una manera que el prolongado viaje a la más horrible de las tragedias no deje al espectador sacudido, y sin embargo, este telefilm enérgico, aunque emocional, es lo más cerca que nunca llegarás a un paseo rápido. El hecho de que nadie pueda o deba sentir que esto es un rey definitivo Lear Lear le resta solo un poco a la innegable alegría que proviene de solo dos horas de ver a Anthony Hopkins rechinar los dientes, lamentarse y volverse locamente opuesto a uno de los mejores personajes de reparto imaginables.
El reparto es maravilloso. Uno espera salir exhausto y agotado de una representación teatral de King Lear, pero eso no sucede con la versión alegre de Eyre.
Aunque tiene actuaciones imponentes y momentos interpretativos excelentes, en general, no resulta nada tentadora para los espectadores que no conocen Shakespeare.
Es curioso que la ambientación moderna aliene el lenguaje de Shakespeare en lugar de hacerlo más atractivo. Funciona mejor cuando está más callada.
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No tan diezmado emocionalmente como una buena producción en escena, sino un reparto maravilloso.
Corriendo en menos de dos horas, la versión de Amazon de la tragedia de William Shakespeare es extrañamente delgada y enérgica, pero no puedes equivocarte al ver a Anthony Hopkins como Lear.
Han pasado más de 20 años desde que Richard Eyre dirigió a un notable Ian Holm en una producción de King Lear en el Teatro Nacional. En ese momento, incluso los críticos de admiración observaron que la producción, en un lapso de menos de tres horas, fue una versión agresivamente recortada de una de las obras más largas de William Shakespeare.
La nueva versión de Amazon y BBC Two que lleva a Eyre de nuevo a King Lear se ejecuta en solo 115 minutos. Es difícil organizar el juego de una manera que el prolongado viaje a la más horrible de las tragedias no deje al espectador sacudido, y sin embargo, este telefilm enérgico, aunque emocional, es lo más cerca que nunca llegarás a un paseo rápido. El hecho de que nadie pueda o deba sentir que esto es un rey definitivo Lear Lear le resta solo un poco a la innegable alegría que proviene de solo dos horas de ver a Anthony Hopkins rechinar los dientes, lamentarse y volverse locamente opuesto a uno de los mejores personajes de reparto imaginables.
El reparto es maravilloso. Uno espera salir exhausto y agotado de una representación teatral de King Lear, pero eso no sucede con la versión alegre de Eyre.
Aunque tiene actuaciones imponentes y momentos interpretativos excelentes, en general, no resulta nada tentadora para los espectadores que no conocen Shakespeare.
Es curioso que la ambientación moderna aliene el lenguaje de Shakespeare en lugar de hacerlo más atractivo. Funciona mejor cuando está más callada.
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