En verdad la peli es interesante saber la diferente cultura de otros país y la relación entre 2 personas con su vida algo agotada y acostumbrada su vida clásica.
PEro cuando se ven tiene una chispa simpática que los 2 se congienen , lástima que es de las pocas pelis en que los 2 NO terminan juntos
Lo problemático es que era demasiado lento y a veces algo aburrida
Linda película de corte romántico sobre el encuentro y posterior unión -platónica- de dos protagonistas perdidos en su vida en general y desconcertados con su entorno en el momento particular en el que logran conectarse. El final agridulce es bellísimo. Destacan las actuaciones, la bso y la fotografía.
Primera película que veo de Sofía Coppola, que si bien se quien es, siempre omití su filmografía.
Esta película siempre vi que estaba en la programación del cable, siempre que vi que la estaban pasando la esquivé, quizá era muy chico y estos dramas no me atraían, pero ya crecido, sabiendo quien dirigía y quiénes la protagonizaban me decidí a verla.
Sofía Coppola nos quiere retratar la soledad y el cansancio de una vida monótona en este drama romántico situado en Japón, desconozco porque, pero parece haberse fanatizado por este pais ya que se pasa mostrando el choque cultural de los protagonistas, me refiero a que para mí si hubiera pasado en New York no hubiera hecho diferencia alguna.
También muestra mucho las diferencias con los ciudadanos de Japón, gente a la que deja vista como ¨rara¨ por los protagonistas que no los entienden.
También se molesta en mostrarnos muchos planos de locaciones famosas de Japón, como los santuarios de Kyoto, el cruce de Shibuya en Tokyo, el monte Fuji y demás, como también mucho de su arte.
Las actuaciones son perfectas, Bill Murray esta genial como un actor en decadencia, cansado de su esposa y de sus hijos y Scarlett Johansson, la mujer de mis más hermosos sueños, también, muy hermosa como siempre interpretando a una joven casada e infeliz con su pareja.
Es entretenida, llevadera gracias a las actuaciones de Bill y Scarlett y si me gustó mas hacia el final.
Algo que me pasó (que pensé que me iba apasar y no) es que no me identifique con Bob, el personaje de Bill Murray, hasta los minutos finales, me identifique con esa sensación de soledad con la que quedó el protagonista, que mas allá de que si nunca fuiste a Japón, no sos un actor, o no sos una joven filósofa, todos alguna vez sentimos ese vacío y soledad con la que queda Bob al irse.
Yo también me sentí como Bob...
...porque también estuve en aquel lugar, lleno de altos rascacielos, gente que no hablaba mi idioma, sumergido en una cultura diametralmente opuesta a la mía, y, al igual que Bob en la escena final, le dejé mi chaqueta a ella, nos abrazamos y lloró, porque tenía que regresar...
ese tipo de cosas sólo se saben si uno las ha experimentado en la realidad.
¨Lost in Translation¨ ha sido el primer encuentro duradero que he mantenido con una cineasta que en mi vida había querido conocer, Sofia Coppola, y fue porque su cine dramático para ¨snobs¨ nunca me interesó. ¿Qué haría viendo yo cosas como ¨Maria Antonieta¨ o ¨Somewhere¨, oigan?, si hay por ahí mil y un dramas de mil y un directores mejores que ella. Sin embargo me prometí visionar este film cuando regresara de mi viaje a Japón. Iba a ser el primero que me vería, pero no era una decisión fácil, la verdad...
La millonaria hija del maestro Francis, tras su debut cinematográfico en 1.999 con ¨Las Vírgenes Suicidas¨, decidió enfocarse en una especie de extraño drama romántico con toques de humor basado en su mayor parte en vivencias que tuvo con su reciente ex-pareja Spike Jonze y situando la trama entre inmensas, sugerentes y luminosas ciudades niponas, contándonos cómo un actor en decadencia que detesta su aburrida vida, y una joven licenciada en filosofía que se pasa los días metida en un hotel escuchando cintas de autoayuda y mirando por la ventana, acaban cruzando sus vidas.
A ver, la película es interesante, no se puede negar, aunque necesité tres visionados porque es cierto eso de que no te entra por los ojos a la primera. La directora sabe transmitir bien lo que significa la soledad cuando uno desprecia el modo de vida tan hastiado que lleva, sin importar la clase social, y más aún estando en medio de una población con la que no te puedes comunicar y en la que prácticamente no existe un contacto humano con sentimiento...pero es que no me llega, no me alcanza de la manera en que ella lo quiere relatar. Puedo asegurar que si otro director estuviera tras la cámara mi reacción ante la película habría sido muy distinta.
Se me hace cargante, Coppola consigue oprimirme del mismo modo que les ocurre a sus personajes, y su visión sobre Japón no es la más correcta. Mientras que parece ensalzar las tradiciones de la cultura, mostrando interés por el ikebana, el omikuji o los santuarios de Kyoto, se mofa cosa mala del lado moderno, el artificial, el decadente, presentado a los nipones como personas estrafalarias incapaces de expresarse, de mostrar sus verdaderas emociones como seres humanos normales, y de paso a los protagonistas (como americanos adinerados que son) les parece bien burlarse de ellos...salvo cuando están en el karaoke, claro, instante de unión de ambas razas porque es donde únicamente parecen liberarse y compartir emociones. Oye, que esta tía está pero muy equivocada, ¿eh?, y yo lo sé bien.
No me extraña que la crítica japonesa pusiera de vuelta y media a doña Sofia por cómo les retrató, y es que no es para menos.
A los personajes principales, Bob y Charlotte, cuesta no despreciarlos de primeras, y es porque es difícil identificarse con ellos, cuyas maneras de proceder a veces son, cuanto menos irritantes y yo, en mi humilde ignorancia, no las comprendo. Su descubrimiento y unión sí resulta natural y creíble, los cuales permanecen casi como un matrimonio japonés: juntos pero sin tocarse, y su desventurado amor imposible, sostenido a base de miradas y roces, logra hacerse emotivo, sí, pero no conmovedor.
Al primero lo encarna Bill Murray, quien siempre es un placer ver trabajar. Es, la verdad, de lo mejor del film, con su forma única de improvisar y soltar frases tan geniales, y además, aun teniendo sus momentos de gracia ¨made in Murray¨ (cuando le hablan los japoneses y el pone esa cara de no entender un pijo es para partirse), demuestra que para el drama también sirve, y es que él es un buenísimo actor; se nota que la directora escribió el papel pensando en él. A la niña rubia le pone cuerpo y sonrisa una Scarlett Johansson desaprovechada, cuyo personaje se me hace demasiado empachoso y odioso; me importa tres cojones lo bien que está poder verla en ropa interior la mitad del tiempo. Y ellos, en ocasiones, junto a Anna Faris (madre mía, la de ¨Scary Movie¨), protagonizan algunas escenas de conversaciones que son de vergüenza ajena absoluta. Así que es fácil que haya mucha gente que los aborrezca...
Coppola saca su cámara a pasear por las calles de la concurrida Shibuya, de la peligrosa y sucia Shinjuku, y de los santuarios de la bonita y ancestral Kyoto, rodando casi a modo de documental y preservando siempre el aspecto melancólico de la historia intentando seguir un camino a lo David Lean, a lo Gregory LaCava, o incluso en la línea del más moderno Richard Linklater, pero sin acabar de conseguir algo sólido. La fotografía de Lance Acord y la banda sonora de Kevin Shields, por ejemplo, sí son dignas de elogio.
En general las dos mejores cosas de ¨Lost in Translation¨ son Bill Murray y el poder disfrutar una vez más de los maravillosos escenarios de Japón (lo poco que sale de ellos...). No obstante, yo y la srta. Coppola nunca nos vamos a llevar a partir un piñón...y menos siendo la responsable de haber dirigido recientemente el ¨remake¨ de ¨El Seductor¨, de Don Siegel.
La mejor escena: la del final, por supuesto, cuando la pareja se besa sabiendo que poco después los van a separar miles de kilómetros. Por eso yo también me sentí como Bob, porque también estuve en aquel lugar, lleno de altos rascacielos, gente que no hablaba mi idioma, sumergido en una cultura opuesta a la mía, y, al igual que él, le dejé mi chaqueta a ella, nos abrazamos y lloró, porque tenía que regresar.
Para mí es el mejor momento de toda la película ya que fue el único en el que me sentí identificado con los protagonistas...y es que ese tipo de cosas sólo se entienden si uno las ha experimentado en la realidad
Es una peli bastante copada que para lo que propone da en la diana con creces. Aunque en los países latinos le pusieron ¨Perdidos en Tokio¨ opto por respetar su nombre original ¨Lost in Translation¨ puesto a que en la trama, Tokio está y no está. El drama no pasa por Tokio, sino más bien por estos personajes a los cuales tal metrópolis les resulta ajena y con la cual no logran compenetrarse. El estar un lugar tan sorprendente y que no les transmita nada, en el marco del sentido que no encuentran en sus vidas, está muy bien retratado y Scarlett Johansson y Bill Murray así lo muestran. El manejo de las proporciones es idóneo, si hubiese sido la peli más cómica, o más dramática o más romántica, se arruinaba, pero así como Coppola se maneja, está joya. Otrosí, acertadas la banda sonora de Air y la dirección de fotografía.
Puntuación personal: 7/10 (Buena).
Me encantó!!! Primera película que veo de Sofía Coppola y me pareció excelente!!! Me dieron de ver mas películas de esta directora. La película es bastante lenta pero con muy buenos climas, no aburre en ningún momento. Bill Murray y Scarlett Johansson están en sus mejores papeles, en esta película actuaron de maravilla. Es una cinta íntima, inclusive profunda. Trata temas cómo la soledad, el amor, la diversidad de razas y de una forma muy cuidada. La fotografía y algunas imágenes me encantaron, es bella de ver. Es bastante poética ya sea desde como está narrada hasta cómo está realizada. Esta película demuestra que no es necesario un gran capital para hacer una película, esta cinta es bastante barata y es excelente. La duración está perfecta, mas larga posiblemente hubiera empezado a aburrir. El final me gustó mucho, es como debía terminar, inclusive llega a emocionar. En fin, me encantó!!! Muy recomendable!!
virgen del agarradero una cosa es que una pelicula sea lenta virgenes suicidas lo fue pero al menos te dejaba satisfecho esta no logra Trasmitir nada de nada es una pelicula sosa no es un poema a la soledad me agrada Sofia Coppola pero esto es un bodrio anomalisa por mucho supera esto eso si fue una historia .
el cine es para contar Historias sin Historias no es cine
Vacía es la palabra que define perfectamente esta cinta que lo único que hace es aburrir y aburrir al personal.La Coppolina quiere hacerse la intensa y la pretenciosa y le sale un zurullo tal,que parece salido del ojal de un hipopotamo.
La historia transcurre en Japón donde un hombre de cincuentaitantos y una joven casada sin trabajo se encuentran perdidos y aburridos en ese lugar donde todo les parece tedioso.Salen,van a karaokes,hablan un poco sobre sus vidas y nada más.
Vamos,que es un tostón increible,si se aburren que hablen de ello,pero no nos pongan a dos occidentales sin decir nada,poniendo cara de hastío todo el día,además,que la historia de amor que surje no rezuma ningún interés.
Últimamente le tengo una gran manía a las películas de óscar, lo cierto es que las películas que luego optan a Mejor Película, luego suelen ser un coñazo épico, al más puro estilo El árbol de la vida, de Brad Pitt y Sean Penn.
La dirige Sofia Coppola, como si fuera alguien importante, Sofia Coppola es la típica hija de, de un Francis Ford Coppola, que si sabe hacer grandes películas, como la gran Drácula de Bram Stoker, con Gary Oldman y demás reparto a la cabeza.
Pero Sofia Coppola es conocida en su casa, y porque la colaban en el rodaje de las películas del Padrino, nada más.
Aqui nos regala una Lost in Translation, una sucesión de eventos que suceden en Japón y que relacionan al siempre fantástico Bill Murray, con la siempre fantástica Scarlett Johanson, apareciendo jugazmente Anna Faris.
Lo cierto es que vi la película por Bill Murray, es un actor que es de mis favoritos, desde que vi la película de Cazafantasmas 1 o Cazafantasmas 2, así como , Los incorregibles albóndigas ,Atrapado en el tiempo, Los fantasmas atacan al jefe, o su fantástica aparición en Bienvenidos a Zombieland, O corto papel en los ángeles de Charlie, que no repitió en la segunda parte por una pelea con una de las ángeles, la chinorris Lucy Liu.
También la vi porque aparecía la buena de Scarlett Johansson, que aparte de ser una actriz muy sexy es muy válida, todo sea dicho...
Lo más importante de la cinta es...¿La historia? un señor mayor se enamora de una chica jóven....en Japón, ahi está lo nuevo, Japón, el argumento más trillado de la historia, los telefilms de Antena 3, de las tres de la tarde van de ese mismo tema muchas veces, pero claro, no los dirige la fantástica Sofia Coppola, famosa por cientos de cintas...y encima ¿Es nominada al óscar por esto? Yo ya sabía que la Academia estaba mal de la azotea cuando osaron darle el óscar a un actor como Javier Bardem (Madre mia.....) pero esto pasa de castaño oscuro.
La peli es larga, aburrida, con un montón de planos totalmente interminables, con una música que evoca a la filosofía total....no sé, me aburre solo de pensarlo, tremendamente decepcionado con Lost in Translation, que le vamos a hacer.
Aquí hay una cuestión de expectativas. Quien vea esta película debe estar advertido que no es una novelita romántica, que lo que va a experimentar es un paseo introspectivo, un ritual de autoconciencia. Es como ver los Sueños de Akira Kurosawa o Las Confesiones de Schmidt. No se trata de un romance, no es a eso a lo que apunta la película, aunque el progresivo acercamiento de los personajes lo insinúe. Se trata más bien de ¨salirse¨ de la vida y verla desde el exterior, el viaje a Japón es el vehículo que lo hace posible. Al romper los códigos que conocemos, al enfrentarnos a la imposibilidad de verbalizar y generar una identidad narrativa a lo que nos enfrentamos, nos quedamos con la experiencia tácita, emocional, auténtica. Es deshacerse de las capas de cinismo y razón y enfrentar la realidad como tal, es un estudio que disecta nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, la gente, la computación, la naturaleza y con nosotros mismos. Estos personajes, a la deriva en un mundo tan ajeno y a la vez, tan cercano, desarmados de toda herramienta de evasión a la realidad que les toca, sólo pueden examinarse a ellos mismos y mutuamente. Cada uno juega un rol en el descubrimiento del otro, la juventud contra la sabiduría, las esperanzas contra la experiencia, la emoción y la razón, cada uno traspasa algo al otro. Nota aparte merece la agudeza de la directora para captar realidades poco mencionadas en el cine, como el hecho de que los recién casados que se van a vivir a otros países suelen encontrarse absolutamente descolocados y con la sensación de que se encuentran viviendo con un extraño. En conjunto, una película deliciosa, pero que debe verse en el estado de ánimo correcto y con conciencia de que la belleza actúa lentamente.
Críticas: 11
TANO
7
La historia de dos personas perdidas, de distintas maneras. Perdidas en su vida amorosa, perdidas en su vida profesional, y además, pasando una temporada en un país con una cultura y un idioma que no comprenden.
La historia de dos almas incompletas, que acaban conociéndose y descubriendo que se complementan el uno con el otro, que lo pasan bien juntos, que todo es mejor unidos. La historia de una pura amistad en su máximo esplendor.
Es una película curiosa, digna de verse, tanto por la historia de los dos protagonistas, como (para los ajenos a ella), para conocer la cultura japonesa, su cultura y su modo de ser. En mi caso, en lo que a Japón se refiere, no he descubierto nada nuevo, estoy muy puesto en su mundo, pero supongo que cuando se estrenó la peli, para la mayoría de estadonunidenses, fue todo un descubrimiento.
Llevo muchos años pendiente de ver esta película y había oído maravilla de ella. A mí me ha parecido normalita, pero con su interés. Eso sí, el momento romántico del final, me sobra totalmente. Es una película de amistad, y así debería quedar.
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