Ficha Johnny el Guapo

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Críticas de Johnny el Guapo (2)




Mad Warrior

  • 31 Mar 2021

6



Un hombre camina sólo por las oscuras calles de la New Orleans suburbana rodeado del humo de los tubos de escape y un olor a alcohol y sangre que inevitablemente flota en el aire...

Un hombre que se va a enfrentar a su destino, fatal y trágico, porque ese es el único destino que espera a los criminales; le llaman Johnny, ¨el Guapo¨. He de decir que tengo en bastante consideración a Morton Freedgood, un señor que se halla en la liga de los genios que todos ya conocen, y no sólo se le debe la autoría de ¨The Taking of Pelham 123¨, sino de otras muchas más obras, entre ellas ¨Johnnie “Handsome¨ ¨, publicada un año antes. Pero aunque los deseos de llevarla a la gran pantalla empezaron a aparecer en el momento de su popularidad, nunca se materializaron; se convirtió entonces en uno de esos proyectos fantasma de los que todos hablan pero nunca se hacen...
Hasta que tiempo después terminó apadrinada por Walter Hill, y una vez más de rebote, pues en 1.982 rechazó la oferta de dirigir una adaptación, y luego varias veces más hasta que gente como Al Pacino, Richard Gere y Willem Dafoe se largaron y del mismo modo el director Harold Becker. El bueno de Hill, que no había gozado de grandes beneficios con su no obstante muy entretenida ¨Calor Rojo¨ (a lo que estaba ya acostumbrado), se pone al frente. Su gran primera decisión es mover el escenario de la novela, de New Jersey a New Orleans, donde ya ha rodado varias veces...

Y el anti-héroe de su relato, John Sedley, lleva el rostro de un Mickey Rourke que pese a su carácter, comportamiento y el malparado capricho de ¨Homeboy¨, está en la cima de su popularidad, antes de que ésta se hundiera poco después en los negros pozos del ostracismo. Sin embargo la cara de Rourke es más bien la de un John Merrick (otro John conocido por un apodo despectivo) dedicado al crimen; durante este primer acto Hill nos presenta un simple film de delincuentes del más bajo estrato con un monstruo de la calle entre ellos. Lo malo de ser un amante del género negro tanto en literatura como en cine es que nada sorprende de un guión como el planteado por Ken Friedman.
Porque su premisa es básicamente la del robo, la traición y la venganza (lo cual constituye ya todo un género por sí misma: el ¨rob-and-betray-and-revenge¨). Una premisa que sigue los pasos de ¨La Huida¨ (escrita por el mismo Hill) y aún más en la distancia los de la tan imitadísima novela ¨The Hunter¨, del maestro Donald Westlake...(he de decir que el primer rostro que puse a aquel brutal y expeditivo Parker fue el de Rourke, aunque el Rourke de ¨Sin City¨). Disfrutamos así de unas buenas dosis de acción e intriga durante el atraco a una joyería, filmadas con su habitual destreza de artesano, es decir con contundencia, nervio y sentido del ritmo.

Entonces el film se escora por los senderos del drama en un largo segundo acto donde la atmósfera cambia de raíz, primero con una ida a la cárcel y más tarde con una especie de indulto en forma de cirugía. Toma vital importancia la existencia de una segunda oportunidad mientras el cineasta se dedica a desgajarnos, con profunda honestidad pero jamás cayendo en el sentimentalismo (porque Hill es Hill al fin y al cabo...) la personalidad y pasado de Johnny. Se recuerda con ésto a personajes del negro como el Vincent Parry de ¨La Senda Tenebrosa¨, donde había una cirugía facial (aunque esto se parezca más en ciertos momentos a ¨El Hombre Elefante¨).
Pero Sedley no es sino la progresión de esos duros del ¨noir¨ que a través de una oportunidad para comenzar una nueva vida van trazando en sordina su plan de venganza, además de identificarse con la lista de personajes atormentados, hundidos y cínicos que Rourke había estado encarnando esos años (y que de algún modo siempre ha encarnado hasta el punto de transmutarse en ellos). Oportunidad que toma la forma de Donna, una muchacha dulce y demasiado inocente, oficinista del astillero donde trabaja, cuyas intenciones de existencia por parte de Hill se huelen a miles de kilómetros (porque sabemos el cometido de estos pesonajes femeninos en un ¨thriller¨ de tal categoría) además de estar metida con un calzador tan grande que uno se pregunta si esto se hizo adrede...

Ya que la química entre ella y Johnny es tan nula como la de la real Elizabeth McGovern con Rourke (de hecho hay más química entre él y Sunny). Pero ni el personaje ni la película pueden esconder su condición, y muy pronto deciden revelar sus consabidos objetivos. Porque ¨Johnny, ¨el Guapo¨ ¨ no quiere esconder lo que es: una adusta, sucia y sórdida ¨crook story¨ de pleno derecho, con sus malnacidos desquiciados, sus policías mordaces y sus zorras oportunistas; hay algo del cine de Fuller, Siegel, Huston, Tourneur, Dassin y cómo no Peckinpah flotando en la atmósfera, estilizada y magnificada por la dirección artística de Christa Munro y Troy Sizemore y la fotografía de Matthew Leonetti.
De secundarios un plantel curioso: una sensual Ellen Barkin que disfruta horrores interpretando a la fulana sin ningún escrúpulo, un Lance Henriksen un tanto rídiculo sobrepasado en histronismo, un buen Forest Whitaker y la aparición del genial Peter Jason. Pero es Morgan Freeman el que consigue llevarse más elogios que nadie en la piel de su carismático, sagaz y socarrón Drones, siempre tras la pista de ese criminal aparentemente reformado en cuya inocencia no creerá jamás; personaje que es sin duda el tormento del pasado personificado abalanzándose sobre aquél sin piedad.

También el final se abalanza sobre una etapa entre provechosa y decepcionante, y con su obra Walter Hill no consiguió salir de los 80 cubierto de oro; es más, fue un descalabro en taquilla y tratada con indiferencia por la crítica.
Sin resultar nada original asegura una buena aventura ¨neo-noir¨. Por ello, tras esta malísima racha, aquél hubo de recurrir a una conocida pareja que muchos beneficios le dio tiempo atrás...



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lmbc

  • 28 Feb 2015

6



Curiosa película de cine negro dirigida por el mítico Walter Hill, un director con una gran experiencia tanto en el cine negro como en el cine en general.

La película narra la historia de Johnny, un ladrón con cierta experiencia y graves malformaciones en su rostro. Este tipo es traicionado por sus compinches en un atraco y encarcelado, allí es apuñalado por otro convicto. Tras estos acontecimientos ingresa en el hospital y allí es sometido a un programa de reinserción que se basa en la cirugía de sus malformaciones, la condicional y un trabajo para vivir legalmente. Este acepta y consigue reinsertarse, pero mantiene un plan oculto para intentar vengarse de esta gente.

La historia es muy curiosa aunque poco a poco va volviéndose más previsible y pierde cierta gracia. De cara al final la historia se acaba volviendo un poco absurda, El protagonista tiene 200 ocasiones para vengarse pero quiere (alargar la película) que su venganza sea total.

Mickey Rourke cumple a la perfección en el papel principal, Morgan Freeman hace un personaje que no es muy típico suyo (hace de policía pero en este caso algo cabrón) pero cumple. El resto son más secundarios pero cumplen, aunque en ocasiones las actuaciones cantan a bajo presupuesto, por ejemplo la del antagonista. Y la chica también canta bastante.

La atmósfera es oscura, lúgubre, para darle un toque más psicológico supongo.

Podríamos definirla como un thriller con toques dramáticos. Pero no es una joya, no nos engañemos, pasable y vale.



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