Ficha Manhunt (Remake)

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Críticas de Manhunt (Remake) (2)




Mad Warrior

  • 28 May 2019

4



Introductor a mitad de los 80 de un estilo de cine tan poético y profundo como brutal y simplemente entretenido con el cual logró alcanzar la cumbre del éxito y la fama a nivel mundial, John Woo nos regaló algunos títulos ya convertidos en leyendas dentro del cine de acción como ¨A Better Tomorrow¨ o ¨Hard Boiled¨, con la que se despidió para irse a probar fortuna a terreno americano, algo conseguido a medias, ya que provocó un considerable abandono de su estilo más clásico.

El director intentó paliar esta pérdida de calidad dando un giro a su carrera con la épica ¨Acantilado Rojo¨, obra de la redención filmada, para más inri, en su país natal; sin embargo, tras insistir en dicho género y obtener unos resultados de taquilla más bien pobres, decidió volver al cine que tantos réditos le dio en décadas anteriores, y lo haría por todo lo alto. Su idea era la de realizar la nueva versión de ¨Manhunt¨, basado en la novela homónima de Juko Nishimura y convertida en la primera película extranjera estrenada en China tras la Revolución Cultural, por lo que supuso un gran impacto en aquel entonces.
Woo deseaba rendir un merecido tributo al protagonista, el icónico Ken Takakura, del cual era un ferviente seguidor; por ello la acción transcurriría en Osaka, eso sí, modificando la historia original, pues serían incluidos personajes chinos y coreanos, y modernizándola acorde a los tiempos actuales (lo que supondrá un tropiezo más que un acierto). Si quería hacer una película para conectar con los viejos tiempos, la secuencia inicial es desde luego toda una declaración de intenciones, donde veremos al protagonista hablar sobre cine clásico con una de las chicas del izakaya al que entra, una asesina que en un abrir y cerrar de ojos liquida, junto con su compañera, a un puñado de yakuzas; una escena donde se aprecia el gusto por el autohomenaje pero además por la autoparodia más rocambolesca.

Tras este prólogo, que parece haber sido filmado por Rodríguez, vamos al meollo del asunto. Du Qiu, un abogado que trabaja para la compañía farmacéutica Tenjin, la cual está detrás de la creación de un revolucionario medicamento, acaba traicionado por su jefe Sakai al ser acusado de asesinar a una mujer,siendo perseguido no sólo por la policía sino también por los asesinos de Tenjin. En este interesante primer tramo Woo, además de hacer gala de un despliegue de filmación espectacular, recurre al clásico tema del falso culpable en fuga que, mediante avanza la situación, encuentra cada vez más similitudes con ¨El Fugitivo¨ (nos parecerá estar viendo una nueva versión de la de Davis).
Pero la aparición (grandilocuente y absurda) de Yamura, encargado de cazar a Qiu, emparentará la trama con la de ¨The Killer¨ en todos sus aspectos: el implacable agente que empieza a desarrollar un interés especial por el ¨malo¨ derivando en la creencia de su inocencia y una relación basada en el apoyo y la honestidad (la escena en la que el detective entra en su domicilio y se pone en su piel será plagiada aquí por entero). Entre tanto se ofrece una intriga bastante previsible basada en la coincidencia de los personajes, abyectos, traidores, que se persiguen y manipulan, y en la acción más frenética, alcanzando por momentos unos niveles de exceso que abruman.

Una acción que aumentará su inverosimilitud conforme avance el argumento culminando en el asalto a la mansión de Mayumi, secuencia que hay que ver para creer donde Woo decide pasar a una diversión nivel Michael Bay de disparate: motoristas, katanas (guiño a ¨A Better Tomorrow II¨), explosiones, caballos y balas por doquier. El maestro quiere pasar un buen rato recordando los desenfrenos de antaño, y para ello se le ocurre conducir el devenir de los increíbles sucesos hacia una media hora final que tendrá lugar, como estaba previsto, dentro de la compañía, donde se prepara un enfrentamiento de proporciones colosales como el ya visto en ¨Hard Boiled¨.
Mientras tanto, la introducción de la tecnología y la droga (que catatónico me dejó) y la crítica al poder de las grandes corporaciones y al maltrato a la clase baja traerá recuerdos de ¨Cara a Cara¨ y ¨Blanco Humano¨. Pero en ¨Munhunt¨ no es tanto mayor el sentido del homenaje (se repetirán situaciones y elementos, incluidas las palomas) como el del ridículo, pues aunque Woo pretenda ofrecer un entretenido espectáculo como en los buenos tiempos jamás podrá recuperar aquel tono directo, crudo, abrasivo y brutal que gobernaba sus clásicos, aquí depurado y rebajado, llegando a unos grados empachosos de melodrama, unas incoherencias nada agradables y un gusto por lo políticamente correcto que resulta indigesto (del que mejor hablo más abajo).

Dejando de lado el constante frenesí y bombardeo visual al que nos somete, el cineasta se rodea de un internacional elenco de actores de lo más variopinto, desde los insoportables Hiroyuki Ikeuchi, Ha Ji-Won y Angeles Woo (hija del director) y los correctos Zhang Hanyu y Qi Wei, pasando por los veteranos Jun Kunimura y Naoto Takenaka (los únicos de auténtico talento) hasta ese Masaharu Fukuyama que destaca por una colección de expresiones y manera de hablar sobreactuadísima, sobre todo cuando cambia su japonés natal por el inglés (pronunciado por los actores de un modo terrible...).
Woo intenta condensar todos los motivos, temas y personajes de su universo con todo lo malo y lo bueno que ello conlleva, riéndose de ellos y de sí mismo, en una película de esencia ¨exploitation¨ con presupuesto de primera categoría que quizá entusiasme a los fans de la acción más irracional y alocada, pero que posiblemente deje un regusto amargo en el paladar de esos puristas que esperan encontrar al artífice de ¨The Killer¨ o ¨Una Bala en la Cabeza¨ a plena capacidad, y no sólo en el aspecto visual.

¨Las películas clásicas terminan así...¨. Olé tus cojones, John Woo. Realmente te mereces una ovación.
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Me veo en la obligación de hacer un breve hincapié en un tema que particularmente me crispa los nervios, la causa de que deteste, y cada vez más, el cine actual.

Y es la inclinación por lo políticamente correcto, pues está visto que en la inmensa mayoría de las películas (echen un vistazo a la cartelera) se deben introducir las actitudes y moralidades que priman en la sociedad de hoy día; para un cierto tipo de obras esto no entraña problema alguno, pero para otras, como la que nos ocupa, enmarcada en el género de la acción, significa precipitar el argumento a una serie de desvaríos e incoherencias que termina por estropearlo todo...incluso la diversión, de la que debemos gozar sin preocuparnos por encontrar situaciones anacrónicas que afecten al sistema de valores que tanto nos intentan inculcar desde todos los medios.
En el cine americano este nuevo orden de pensamiento y comportamiento está llegando a unos niveles realmente apabullantes, y por desgracia también está afectando al oriental, que se había mantenido más o menos distante o indiferente. Yo, por mi parte, jamás pensé que esta ¨moda¨ podría hacer mella en el cine del sr. John Woo, un cine atemporal y de alcance universal realizado ante todo para entretener; por desgracia ¨Manhunt¨ se ve plagada de ¨ocurrencias¨ que remiten directamente a esta tendencia.

De este modo los hombres, todos y cada uno de ellos, aparecerán como instigadores de la tragedia y la miseria para las mujeres (Qiu es el culpable de la muerte del prometido de Mayumi, de quien se revela su cambio de opinión poniéndose de parte de sus superiores fabricando la nociva droga), los cuales ejercen, por supuesto, su control sobre éstas (el inspector Yamura será estricto y dominante con la risueña Rika, que de repente resulta ser más inteligente y resolutiva que él; Sakai utilizará como conejillos de indias a sus hijas adoptivas, Rain y Dawn, convertidas en asesinas por su culpa).
También veremos que en ningún momento un arma disparada por un hombre acaba con la vida de una mujer, pero sí al contrario, y atención a los espectaculares duelos entre las dos asesinas a sueldo y los protagonistas masculinos (aunque Yamura atropelle repetidas veces a Dawn y le dispare, ésta morirá suicidándose). La insistencia por esta patética repulsión heterofóbica la terminará de rematar la frase final de Mayumi: ¨Los hombres...qué simples son¨. Sin comentarios.

Para más inri, el desprecio por los antiguos valores vendrá tratado desde lo cinematográfico cuando en el prólogo Dawn (la mujer fuerte y moderna, la que no tiene sentimientos para los hombres) insulte al cine clásico, del que Qiu es un gran seguidor.
Lo más incomprensible de todo es que la (desquiciante) actriz que la interpreta es la hija del mismo John Woo, quien parece haber sido manipulado desde las sombras para introducir todas estas imbecilidades en un film que debería haber seguido los esquemas y directrices de su cine de antaño, y no tergiversarlos de este modo, dando lugar a un producto incongruente, tedioso y muy maniqueo (repartiéndose las bondades y maldades en cuestión de género).



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reptilenin

  • 22 May 2018

3


A Jhon Woo hace tiempo que le perdi la pista,desde ¨Paycheck¨ creo no he visto nada de lo que ha sacado hasta que hoy he visto esta basurilla.

No se salva nada,una historia que se nota todo forzado y hasta ridículo,escenas muy pobres,malas actuaciones,están en un sitio y de repente aparecen en otro,ahora metemos una superdroga porque si, todo se ve muy baratero......en fin,no me ha gustado nada.

Otra cosa que me ha sorprendido mucho es la lamentable edición y cambios de escena,hasta tenia dudas si estaba viendo una versión final o que pasaba aquí.

Lo único que sobresale un poco son un par de escenas llamativas de acción (que no buenas) pero no pueden ocultar que a mi no me ha servido ni de entretenimiento.



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