Una divertidísima comedia estadounidense protagonizada por los chicos de los sketchs de Saturday Night Live, los The Lonely Island: Akiva Schaffer, Jorma Taccone y Andy Samberg. Para quien no conozca a este trío de humoristas y cantantes, lo más probable es que esta película no les diga nada, pero a mí, un gran fan de estos chavales, me ha encantado.

Ya me gustaban The Lonely Island con sus sketchs de Dear Sister, la canción de Jack Sparrow con Michael Bolton, la canción con Lady Gaga y Justn Timberlake, la canción de Hugs con Pharrell Williams o la canción I Just Had Sex, que si no me equivoco fue por la que les conocí. En este caso, el trío traslada todo ese humor tan ácido, disparatado e inteligente a una película de hora y veinte, y lo cierto es que consiguen hacerte pasar un buen rato. Te hacen reír, pero no solo eso, sino que incluso hay momentos en los que incluso llegas a soltar una lagrimilla.

La película básicamente nos cuenta la historia de Conner (Andy Samberg), el líder de un grupo musical llamado los Chicos Estilo, que formó cuando era adolescente junto a sus amigos Lawrence (Akiva Schaffer) y Owen (Jorma Taccone). Dado que él era el vocalista y la cara bonita del grupo, era el que se llevaba todo el éxito, mientras que Lawrence escribías las canciones. Conner se nos presenta como un tipo egocéntrico que cree ser perfecto y que no tiene que agradecer a nadie. Poco a poco, la relación con Lawrence se enfría hasta que un día Lawrence golpea literalmente a Conner en el escenario y el grupo se rompe.

Cuando los Chicos Estilo se rompen, Conner decide llevar a cabo una carrera en solitario con la que se hace todavía más famoso, ya que él era la cara visible del grupo. Por su parte, Lawrence prueba a hacer lo mismo, pero no tiene carisma alguno frente al público y acaba sus días como granjero en un lugar apartado de la mano de Dios. En cuanto a Owen, permanece junto a Conner, aunque ya no como cantante ni con los coros, sino como DJ, y a menudo con una caja en la cabeza para que no lo reconozcan, ya que Conner quiere ser la única imagen visible del grupo. Dado que Owen es el más ignorante de los tres, acepta sin más.

A partir de ahí, vemos cómo poco a poco la carrera de Conner comienza a ir en declive, y el guión es francamente inteligente, ya que no hace esto de golpe, sino paulatinamente. También se puede apreciar como la película se mofa de los típicos cantantes del mundo del pop, y hubo momentos en los que Conner me recordó al cantante patrio Kiko Rivera, ya que Conner hace música bastante lamentable pero está rodeado de aduladores y nadie le dice que lo que hace es malo.

Y todo esto mezclado con un sinfín de cameos, a cada cuál más divertido. Tenemos a Sarah Silverman de Saturday Night Live en un papel como amiga del trío protagonista, a Imogen Poots como la interesada novia de Conner y a infinitas caras conocidas que se dejan caer por aquí, como por ejemplo el cantante Seal, que aparece cantando en la boda de Conner y es salvajemente atacado por una manada de lobos. O Martin Sheen, cuya breve pero épica intervención consiste en golpear a Conner. O Justin Timberlake, un chef que parece estar casi enamorado de Conner. O una irreconocible Emma Stone interpretando a la típica cantante de pop mierdera tipo Miley Cyrus. Aunque sin duda uno de los mejores cameos es el de Michael Bolton tocando el piano.

La película es simplemente genial y tiene momentazos de todo tipo. Recomendada sobre todo a los fans de Andy Samberg y The Lonely Island.

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