Madre mía, como ha patinado aquí el amigo Timothy Woodward Jr. Antes de nada, he de decir que considero que este director tiene alguna que otra película más o menos decente, como en esa de tráfico humano en la que él interpretaba a un abogado y que salían Vinnie Jones, Danny Trejo y otras caras conocidas.
En SWAT: Unit 887, Woodward Jr. comete errores garrafales. Cuando uno examina la trama de la película, se da cuenta de que es más simple que ponerse una alpargata, pero está tan mal dirigida y se hace tan pesada que resulta complicado seguirle el hilo. Podríamos incluso decir que la película es la cura contra el insominio, porque aburrida es un rato.
SWAT: Unit 887 es una película que básicamente se centra en que un mafioso interpretado por Tom Sizemore ha capturado a mucho rehenes y amenaza con matarlos si el FBI no hace lo que les pide. La realidad es que la trama de los rehenes en realidad es solo una tapadera: Sizemore tiene una amante que es una doctora experta en armas biológicas, a la que finge haber secuestrado, por lo que cuando los SWAT la liberan de forma milagrosa, esta aprovecha para colocar una potente bomba en un lugar donde celebrará una reunión un importante senador. La trama resulta tan enrevesada que hace aguas por todas partes y es difícil tomarla en serio, además de lo soporífera que resulta.
Sin embargo, es encomiable la labor que está realizando Timothy Woodward Jr. (pese a que aquí hace una actuación flojita como SWAT protagonista), ya que gracias a las películas que él dirige, actores tan acabadísimos como Tom Sizemore, Mischa Barton o Michael Paré pueden llegar a fin de mes. Si bien puede interpretarse que lo digo en tono de mofa, lo cierto es que los tres actores mencionados hacen una actuación bastante decente y nos hacen recordar que son buenos actores a pesar de que Hollywood les diera de lado. Tom Sizemore está increíble como villano, Michael Paré parece haber nacido para llevar uniforme de policía, y considero que Mischa Barton es mejor actriz que cuando era una estrella adolescente y borrachina.
No obstante, SWAT: Unit 887 no se salva de la quema. Es una película lamentable, se mire por donde se mire, y lo peor es que el final queda muy abierto, con la típica escena de secuestro de la esposa del protagonista. Si el bueno de Woodward la dirige, la veré.
Raúl Rubio Peñas
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Madre mía, como ha patinado aquí el amigo Timothy Woodward Jr. Antes de nada, he de decir que considero que este director tiene alguna que otra película más o menos decente, como en esa de tráfico humano en la que él interpretaba a un abogado y que salían Vinnie Jones, Danny Trejo y otras caras conocidas.
En SWAT: Unit 887, Woodward Jr. comete errores garrafales. Cuando uno examina la trama de la película, se da cuenta de que es más simple que ponerse una alpargata, pero está tan mal dirigida y se hace tan pesada que resulta complicado seguirle el hilo. Podríamos incluso decir que la película es la cura contra el insominio, porque aburrida es un rato.
SWAT: Unit 887 es una película que básicamente se centra en que un mafioso interpretado por Tom Sizemore ha capturado a mucho rehenes y amenaza con matarlos si el FBI no hace lo que les pide. La realidad es que la trama de los rehenes en realidad es solo una tapadera: Sizemore tiene una amante que es una doctora experta en armas biológicas, a la que finge haber secuestrado, por lo que cuando los SWAT la liberan de forma milagrosa, esta aprovecha para colocar una potente bomba en un lugar donde celebrará una reunión un importante senador. La trama resulta tan enrevesada que hace aguas por todas partes y es difícil tomarla en serio, además de lo soporífera que resulta.
Sin embargo, es encomiable la labor que está realizando Timothy Woodward Jr. (pese a que aquí hace una actuación flojita como SWAT protagonista), ya que gracias a las películas que él dirige, actores tan acabadísimos como Tom Sizemore, Mischa Barton o Michael Paré pueden llegar a fin de mes. Si bien puede interpretarse que lo digo en tono de mofa, lo cierto es que los tres actores mencionados hacen una actuación bastante decente y nos hacen recordar que son buenos actores a pesar de que Hollywood les diera de lado. Tom Sizemore está increíble como villano, Michael Paré parece haber nacido para llevar uniforme de policía, y considero que Mischa Barton es mejor actriz que cuando era una estrella adolescente y borrachina.
No obstante, SWAT: Unit 887 no se salva de la quema. Es una película lamentable, se mire por donde se mire, y lo peor es que el final queda muy abierto, con la típica escena de secuestro de la esposa del protagonista. Si el bueno de Woodward la dirige, la veré.
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