Precisamente uno de los mejores directores de la historia del cine nos presentó una película absolutamente fundamental a la hora de entender el cine de artes marciales, centrada en el nacimiento del Judo como disciplina.
Kurosawa no puede evitar añadir una buena cantidad de misticismo e incluso cierto toque onírico para retratar la historia de el fundador del Judo y uno de sus alumnos más legendarios, el poderoso Sanshiro Sugata.
La cinta no se puede comparar en cuanto a escenas de acción al cine de artes marciales de décadas posteriores, pero sí en cuanto a guion y la excelente forma que presenta Kurosawa de otorgar el toque épico que cualquier cinta de artes marciales que se precie necesita.
Si a ello le añades un buen reparto y un maravillosa fotografía obtenemos una película muy notable, que desgraciadamente se ve lastrada por la mutilación a la que fue sometida por el gobierno japonés antes del estreno, que hace que la historia termine resultando un tanto confusa y de la sensación de estar inacabada.
Sin embargo, si te gusta el cine de artes marciales ni lo dudes... Dale a esta gran película una oportunidad.
Notable.
Críticas: 2
TANO
7
Akira Kurosawa, el que para mí es uno de los mayores cineastas de la historia, nos presentó su obra prima con la historia del la creación de la disciplina del judo, uno de los artes marciales más conocidos.
Es una tremenda lástima que gran parte de la película fuera censurada en su tiempo y que todo ese metraje esté perdido, ya que, pese a que la película es correcta, uno se queda con las ganas de saber como hubiera sido verla completa, y es que, siendo de Kurosawa, seguro que era más profunda e interesante.
No solo se nos cuenta la historia del creador del judo y su discípulo más famoso, si no que esta película es definitoria para todo el cine de artes marciales que vino después, tanto asiático, como americano. Todo. Se notan perfectamente algunas pautas que se han seguido desde entonces.
Es interesante ademas, la forma de mostrar la sociedad de la época. Estamos acostumbrados a su cine del Japón feudal, donde es claramente un genio, pero esta película, al ser más moderna, tiene cambios significativos y siempre se tiene interés por saber más de la cultura asiática de cualquier época.
Sin ser una de sus mejores obras, -también hay que tener en cuenta el tema del metraje que falta-, Kurosawa ya apuntaba bien alto con su primera obra, llena de acción y drama.
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